En una tranquila granja francesa, mientras las vacas mugen y el aire huele a heno fresco, una pequeña obra maestra de tecnología pretende cambiar la forma en que pensamos sobre los productos lácteos. Imagínate una casa de madera, aparentemente sencilla, pero por dentro… Ah ahí ahí. Mon Dieu. Robots sofisticados e inteligencia artificial trabajan al unísono, transformando la leche recién ordeñada en deliciosos yogures, quesos blandos y helados.
Es la visión audaz e innovadora de feriame, una startup francesa que lleva la "tercera revolución agrícola" directamente al campo de Grenoble.
Leche, yogur, queso, helado de talleres robóticos
En el mundo agrícola, vender productos como yogur y queso ofrece márgenes mucho más altos que simplemente vender leche como un producto básico. Sin embargo, muchas granjas carecen de las habilidades, la mano de obra o el equipo para emprender esta transformación.
Ahí entran en juego los "ateliers" creados por feriame y se ofrece como una solución "llave en mano" a las explotaciones agrícolas. Los talleres de Fairme no son sólo estructuras: son el corazón palpitante de un cambio de paradigma. Reciben la leche directamente de las instalaciones ya existentes en lo que podría parecer un simple cobertizo de madera pero que en realidad es un centro de producción de alta tecnología.
Una vez recibidos los pedidos a través de la web o la aplicación, el sistema totalmente automatizado se pone a trabajar, produciendo y envasando yogures, quesos para untar y helados bajo demanda.

De la vaca al cliente: sin intermediarios
Todo el proceso, desde la producción hasta la entrega, se gestiona sin ninguna inversión ni trabajo por parte de los agricultores: la startup paga un precio por la leche ("superior a la media", dice) y luego toma su parte de las ventas para consumidores. Una solución beneficiosa para todos que beneficia tanto a productores como a consumidores.
El proyecto es realmente interesante: por supuesto "sólo" es una empresa comercial, pero si se mira más de cerca también puede tener una visión ecológica y social. Entre un yogur y otro, se trata de desarrollar cadenas alimentarias que respeten la biodiversidad. Porque usan todo, incluso lo que normalmente se consume ¿Por qué no transformarse en el tiempo? Y lo hacen con equipos agrícolas inteligentes.

Los siguientes pasos
Tras la fase de prueba, Fairme tiene previsto abrir 10 talleres este año y otros 100 en 2024. Si todo va según lo previsto, la startup revolucionará toda una serie de retos en el sector alimentario y agrícola.
Los agricultores ganarían más con su leche y la huella de carbono del transporte de alimentos se reduciría considerablemente. Los consumidores tendrían acceso a productos lácteos ultrafrescos, yogures y quesos de producción local, con la ventaja de apoyar a los agricultores comunitarios locales.
En el futuro, la tecnología y la agricultura se fusionarán de maneras que alguna vez sólo podríamos haber imaginado, y está claro que iniciativas como feriame están abriendo camino. En realidad, pásamelo: de ida. Claramente lechoso.