¿Alguna vez has pensado en convertir tus pensamientos en palabras sin mover los labios? Un grupo de investigadores chinos ha decidido hacer realidad esta "ciencia ficción" con un sistema para producir el habla -o síntesis vocal- interpretando la actividad neuronal del cerebro.
pensamientos y palabras
Il Correo de la mañana del sur de China espalda que los investigadores han creado una "máquina de lectura de mentes", capaz de convertir los pensamientos humanos en mandarín hablado.
La técnica utilizada eselectrocorticografía (ECoG), que mide señales directas del cerebro. ¿Y cómo se obtienen estas señales? A través de electrodos implantados en el cerebro durante la cirugía.
Las mil caras del lenguaje “tonal”
Aquí viene la belleza. Los idiomas tonales como el mandarín, el vietnamita, el punjabí y otros utilizan el tono y la pronunciación de manera sinérgica para comunicar el significado. Una palabra puede cambiar completamente según los tonos, así como los cambios habituales de consonantes y vocales.
En su artículo, los investigadores explican que han propuesto un marco de "divide y vencerás", planteando la hipótesis de que el tono y la sílaba básica se pueden decodificar por separado de la actividad neuronal y luego se puede sintetizar el habla tonal recombinándolos.
De la mesa de operaciones a la síntesis vocal: las pruebas
El campo de pruebas lo constituyeron cinco voluntarios, que se sometieron a una cirugía cerebral para extirpar un tumor. Durante la cirugía, con los voluntarios despiertos, se les pidió que pronunciaran una serie de sílabas específicas (“ma” y “mi” en cuatro tonos diferentes) mientras se registraba la actividad neuronal.
A partir de estas grabaciones, el equipo pudo refinar los algoritmos que interpretan la actividad neuronal y sincronizar las grabaciones de ECoG con las grabaciones de audio.
Un futuro de palabras… ¡piensa!
Está claro que esta investigación abre el camino a un mundo de posibilidades. Estos hallazgos no sólo ofrecen métodos para tratar la anartria (la pérdida total del habla), sino que también podrían aumentar la eficiencia de la comunicación de interfaces cerebro-computadora.
La investigación fue publicada en la revista Science Advances, y lo enlazo aquí.