50 años después y con una larga historia detrás, los smartphones aún podrían sorprendernos. El Grupo de Interfaces Futuras (FIG) de la Universidad Carnegie Mellon está trabajando en teclados físicos "inflables", que "aparecen" en la pantalla del dispositivo cuando son necesarios y desaparecen cuando ya no son necesarios.
¿Ciencia ficción? Mano. Incluso presentó un prototipo.
¿Cuál es la tecnología detrás de los teclados “inflables”?
Esta innovación se llama Hápticos de panel plano y esta en desarrollo por 15 años. El gran avance fue la creación de un circuito de apenas cinco milímetros de espesor gracias a un dispositivo llamado Bomba Electro-Osmótica Integrada (EEOP). Este sistema utiliza una sustancia particular, que se hincha cuando una corriente eléctrica la atraviesa, para crear teclas rígidas con una altura máxima de cinco milímetros.
Del prototipo a la realidad
en su estudio (que te enlazo aquí), el equipo de investigación utilizó silicona blanda para construir los primeros prototipos. Y eventualmente lograron obtener pantallas con teclados QWERTY completos.
Esta tecnología podría tener importantes aplicaciones en el mundo real. Podría mejorar la experiencia de uso de teléfonos inteligentes para personas ciegas, gracias a botones físicos que brindan retroalimentación táctil. Y, por supuesto, podría hacer que los juegos móviles sean más inmersivos, con un control más preciso y una respuesta táctil más satisfactoria que los controles digitales.
¿Les gustará a las empresas?
Es difícil de decir. En 2008, BlackBerry Storm presentaba una pantalla táctil que también funcionaba como un botón físico, pero esta solución fue catastrófica. Desde entonces, los fabricantes de teléfonos han evitado los botones físicos en las pantallas táctiles. Sin embargo, la tecnología Flat Panel Haptics podría cambiar esta tendencia, ofreciendo un teclado completo y no un solo botón.
Por supuesto, Carnegie Mellon todavía tiene mucho trabajo por delante: es necesario mejorar la estabilidad de las teclas y el consumo de energía del sistema. Y tal vez, sólo tal vez, las “teclas rebotantes” funcionen en superficies más grandes, como las de una tableta.
Veremos si tras 15 años de trabajo la idea queda aparcada o encontramos dispositivos "cambiaformas" capaces de sacarnos lo mejor tanto de la pantalla táctil como de los botones físicos.