Distraídos por los vientos de guerra, los medios no lo enfatizan (y básicamente es algo bueno), pero estamos presenciando la mayor epidemia de gripe aviar jamás registrada en la historia conocida.
Millones de pollos, pavos, patos y gansos han sido sacrificados y miles de aves silvestres han muerto a causa del virus H5N1. Virólogos de todo el mundo están siguiendo de cerca la evolución de la epidemia: y poco a poco la sensación de peligro va en aumento. ¿Está justificado?
¿Qué tan peligroso es el virus H5N1 para los humanos?
H5N1 es un virus de la influenza que afecta principalmente a las aves. Hasta el momento, menos de 900 personas en todo el mundo se han infectado con el virus y alrededor de la mitad de ellas han muerto. En la actualidad, la gripe aviar no se transmite fácilmente entre humanos: la mayoría de las personas infectadas contraen el virus directamente de pollos, pavos, patos o gansos. Como tal, el H5N1 aún no ha causado una epidemia o pandemia humana.

Entonces, ¿por qué aumentan los temores de la gripe aviar?
Hay tres razones principales por las que la gripe aviar ha ganado la atención de los medios.
- El brote actual de gripe aviar, causado por la variante H5N1 2.3.4.4b, es realmente el más grande jamás registrado en todos los tiempos.
- El virus H5N1 está infectando a un número cada vez mayor de especies de aves y mamíferos, aumentando su propagación geográfica y generando nuevas variantes.
- H5N1 parece transmitirse efectivamente entre individuos de al menos una especie de mamífero, visón, como se ha observado en España en 2022. Muchos leones marinos en Perú también se han visto afectados por la gripe aviar. Si el virus puede propagarse entre visones y posiblemente leones marinos, también podría propagarse entre humanos.
¿Qué podría contribuir a la propagación del H5N1 entre los humanos?
La gripe aviar afecta principalmente a los intestinos de las aves y se propaga a través de las heces en el agua. Por el contrario, la gripe humana afecta las vías respiratorias y se propaga a través de la respiración y la tos. Para infectar eficazmente a los mamíferos, los virus de la gripe aviar deben mutar de varias formas.

Una de las mutaciones más importantes implica la capacidad del virus para infectar una parte específica del cuerpo. Y sabemos que mutaciones de este tipo son posibles.
Los virus de la influenza aviar y humana usan receptores llamados ácidos siálicospresentes en la superficie celular. Los virus de la gripe aviar, como el H5N1, explotan una versión llamada ácido siálico α2,3-enlazado, mientras que los virus de la influenza humana usan ácido siálico α2,6-enlazado (la variante predominante en el tracto respiratorio superior humano).
Para desencadenar la infección humana, el H5N1 tendría que mutar para usar ácido siálico α2,6 unido como receptor. Esto es motivo de preocupación, ya que varios estudios han demostrado que una o dos mutaciones en el genoma viral pueden ser suficientes para este paso.
¿Podemos prevenir la gripe aviar, por ejemplo, desarrollar un remedio preventivo?
En una palabra: no.
Con los virus de la gripe aviar, no es posible crear vacunas humanas efectivas de antemano, porque no se sabe exactamente cuáles serán las características genéticas del virus si comienza a propagarse entre los humanos. Actualmente, la mejor manera de protegerse del H5N1 es evitar el contacto con aves infectadas.
Y mientras tanto, confíe o no en ello, las autoridades sanitarias y muchos laboratorios de investigación están trabajando juntos para monitorear la situación del H5N1 y prevenir la posibilidad de una pandemia humana.
Porque podemos (y debemos) evitar que se convierta en una pesadilla más
Actualmente la vigilancia es alta, y la actividad de contención y desinfección de granjas y zonas sensibles ha sido aún más determinante. La investigación estudia la posible dinámica de las mutaciones y organismos como el Centro para el Control de Enfermedades estudian planes de emergencia y difunden pautas para evitar cualquier tipo de contagio.
La pandemia de COVID-19 ha aumentado la conciencia mundial y la preparación para las enfermedades infecciosas emergentes. Por eso tenemos el deber de actuar de manera más racional: los ciudadanos pueden evitar ser abrumados por el pánico, las instituciones pueden evitar tomar decisiones impulsivas que podrían resultar no solo incorrectas, sino contraproducentes.
En resumen: es correcto mantener la atención alta (no tocar animales muertos y cocinar bien las aves) pero esta vez la palabra clave es "lucidez".