Una compañía sin fines de lucro llamada Proyecto Vesta Un experimento comenzará en breve en una playa caribeña. Es una nueva forma de combatir el cambio climático.
El método consiste en esparcir olivino, un mineral verde barato, sobre la arena. Allí, las olas del océano pasarán sobre el mineral, que a su vez capturará el CO2 del aire. En resumen: playas de arena verde.
"Nuestra visión es ayudar a revertir el cambio climático convirtiendo un billón de toneladas de dióxido de carbono en roca". Lo dice Tom Green, director ejecutivo del Proyecto Vesta.
La idea es acelerar un proceso natural que normalmente ocurre muy lentamente, en tiempos geológicos. “Cuando la lluvia cae sobre las rocas volcánicas, esas rocas se disuelven un poco y comienza una reacción química que extrae dióxido de carbono de la atmósfera y lo lleva al agua”, dice Green.
Moler el olivino y luego esparcirlo en las playas donde las olas del océano pueden descomponerlo aún más desencadena la misma reacción química que extrae el CO2 del aire.
Playas verdes con geohacking: no sin riesgo
Estudios teóricos anteriores han concluido que el proceso funcionaría, pero hasta ahora nadie ha intentado hacerlo en las playas. Y no está exenta de riesgos. Hay muchas incógnitas que podrían derivarse de la propagación de una roca en playas donde no existe naturalmente.
Algunos críticos plantean la posibilidad de que el olivino pueda liberar metales pesados como el níquel, por un lado.
Aunque Green afirma que el níquel liberado en el agua no es biodisponible (lo que significa que no debería afectar a las especies marinas), las dudas permanecen intactas.