En tiempos de cambios rápidos, la conversión de muchas empresas es incluso más importante que centrarse en el dinamismo. El coronavirus está impulsando a toda una inducida a estudiar y aplicar soluciones que ayuden a moldear nuestro futuro social. No solo la economía de choque, sino también el deseo de comprender qué nueva dirección puede tomar el planeta.
Una empresa italiana ha adaptado sus tejidos, creados para el control de cultivos, a muchos de los espacios en los que intentaremos reconstruir nuestra vida cotidiana. Y el Spa Arrigoni160 empleados, con sede en Como (y tres plantas, la principal en Putignano). Sus pantallas agro-textiles formaron la base para una nueva producción. Hoy la empresa presentó “Delimita”, un proyecto que incluye el uso de tejidos técnicos especiales como separadores en parques, playas, gimnasios y otros espacios abiertos y cerrados.
Es como poner una máscara en un lugar
El principio no es diferente: las pantallas textiles reducen el riesgo de contagio al reducir el efecto gota, el paso de gotas de saliva o aerosoles que pueden traer coronavirus. El impacto en las habitaciones es diferente al de las pantallas de plexiglás, porque la tela tiene una capacidad diferente para hacer circular el aire. Se pueden instalar de forma más fácil y versátil, son lavables y desinfectables.
Y aparentemente cuestan incluso menos que otras soluciones. 2 euros por metro cuadrado, dice la compañía. ¿Cuántos encontraremos en los próximos meses?
Cómo funciona el "escudo textil" Delimita
Las pruebas experimentales realizadas hasta ahora por la compañía han demostrado una reducción drástica en las gotas y la consiguiente limitación de la infección.
"Nuestra protección actúa como un filtro inercial, capaz de reducir casi por completo el paso de vectores de cargas bacterianas y virales", declara. Pablo Arrigoni, presidente de Arrigoni Spa. "Al mismo tiempo, Delimita crea un microclima agradable, protege contra el calor y el viento y cuesta en promedio diez veces menos que el plexiglás".