Neuralink, una pequeña startup con un engorroso fundador (Elon Musk, deus ex machina de Tesla, Space X, Hyperloop) ya ha recaudado 39 de los $ 51 millones necesarios para el desarrollo, según la Comisión de Seguridad y Comercio (SEC) de EE. UU. de sus planes iniciales.

Todavía no está claro si el capital proviene solo de inversores externos o si se incluye el propio dinero de Musk, también porque el portavoz de la compañía no es muy hablador ni claro sobre el tema, pero sabemos con certeza que los objetivos económicos han sido revisados: en el final de 2017 una nota interna decía que el plan inicial era de $ 100 millones y que se habían recaudado 27.
Neuralink se inauguró en 2016 como una firma de investigación médica con sede en San Francisco y desde entonces ha operado de manera bastante discreta, contratando a varios neurocientíficos experimentados en diferentes disciplinas, involucrándolos principalmente en la investigación con primates dentro de un laboratorio de la Universidad de California.
La característica interesante de Neuralink es su objetivo: conectar el cerebro humano con una computadora para aumentar el intercambio de datos entre los dos sistemas y proporcionar una alternativa "biónica" a la inteligencia artificial.
La segunda fase del proyecto, a menudo mencionada por Musk en varias entrevistas, es crear una "copia de seguridad" del cerebro de uno, para proceder con una "carga mental" en una computadora: "Si su ser biológico muere, puede cargarlo en una nueva unidad. Literalmente".
En marzo, un grupo de investigadores de Neuralink publicó un estudio que ilustra nuevas técnicas para implantar electrodos en el cerebro de ratones. Al mes siguiente, respondiendo preguntas sobre la noticia en Twitter, Musk escribió un escueto y sugerente "Probablemente habrá algo notable y se anunciará en unos meses".
Mucho silencio desde entonces, hasta el anuncio del viernes pasado sobre los fondos recaudados, y una circunstancia que nos hace pensar en movimientos en curso: un cofundador de Neuralink que había dejado la Universidad de Boston en marzo de 2017 para incorporarse al proyecto ahora contrata el papel de Profesor de Neuroingeniería de la Universidad de Oregón.
Cambio de organigrama, aumento de fondos… es un proyecto a largo plazo, pero Musk nunca parece detenerse.