La levitación magnética será una de las piedras angulares del transporte mundial en un futuro próximo: basta con echar un vistazo a conceptos como estos para realizarlo fácilmente.
Es un sistema que elimina la fricción entre las partes, alcanza velocidades impensables para los sistemas actuales y puede acortar distancias de manera decisiva, permitiendo una nueva y saludable descentralización del trabajo y las actividades sociales y favoreciendo la redistribución demográfica y la descongestión de las megaciudades. Todo a más de 500 kilómetros por hora :)
En los diseños de Vanja Valencak, el nuevo Maglev está equipado con techos fotovoltaicos: permitirán que el sistema optimice la gestión de la energía y (una vez que se resuelvan los costos, que hoy son enormes) contendrá los precios para los pasajeros. No nosotros, quizás no nuestros hijos, pero nuestros nietos podrían despertarse en Roma a las 7:00 de la mañana y estar en la oficina de Milán a las 8:30.
Será otra vida.