Guerra nuclear: pasado, presente y sin futuro.
Porque, datos en mano, la supervivencia de nuestra especie es prácticamente imposible en caso de guerra nuclear.
La guerra Rusia-Ucrania es un conflicto que se desarrolla en Europa del Este desde 2014: comenzó cuando Rusia anexó la península de Crimea a Ucrania y los separatistas prorrusos comenzaron a luchar contra el gobierno ucraniano en la región de Donbass. El gobierno ruso ha sido acusado de brindar apoyo militar y financiero a los separatistas, así como de violar los acuerdos de alto el fuego en varias ocasiones. El gobierno ucraniano también ha sido criticado por su uso de la fuerza contra los separatistas, así como por supuestas violaciones de derechos humanos. A partir de 2019, el conflicto ha provocado más de 10.000 muertes. En la madrugada del 24 de febrero de 2022, Putin anunció una operación militar en el Donbass, iniciando una invasión de Ucrania.
Porque, datos en mano, la supervivencia de nuestra especie es prácticamente imposible en caso de guerra nuclear.
Rusia también tiene armas termobáricas en el campo, cuyo uso está permitido solo contra objetivos militares: los riesgos para la población civil son muy altos.
Es totalmente analógico y a prueba de ataques nucleares: y el lunes, inmediatamente después de las declaraciones de Putin, partió para un vuelo de entrenamiento.
El papel de las grandes tecnológicas en la guerra de Ucrania deja claro que estas empresas no son plataformas neutrales: toman partido en este conflicto y actúan como naciones.
El conflicto entre Rusia y Ucrania se está librando con armas desiguales también en el campo de las TI: un llamado a las armas apresurado comienza a reclutar piratas informáticos.
Entre EE.UU. y Rusia nada más que escarcha: empieza a hacer mucho calor, ultimátum incluidos. La Tercera Guerra Mundial no está en el horizonte hoy. ¿Y mañana?