A lo largo de la historia, el cine ha jugado muchas veces con la idea de tecnologías futuristas, algunas de las cuales parecían tan alejadas de la realidad que eran pura fantasía. Sin embargo, con una mezcla de asombro e inevitabilidad, gran parte de ese futuro tecnológico se ha convertido en un presente cotidiano. Ya hemos escrito artículos similares: nos gusta cómo la visión artística puede influir y, en ocasiones, acelerar el progreso tecnológico. Por ello, disfruta de 10 “profecías” cinematográficas más.
El arte desafía la tecnología y la tecnología inspira el arte.
John Lasseter, Pixar
La profecía del reloj inteligente
“Dick Tracy”, la película de 1990 Dirigida por Warren Beatty, presentó al público en general la idea de un reloj capaz de mucho más que decir la hora. La radio de muñeca de Tracy, que apareció por primera vez en las tiras cómicas. de los 40, fue una de las primeras representaciones de un dispositivo tecnológico que se lleva en la muñeca. Si bien la película no inventó el reloj inteligente, ciertamente influyó en la percepción cultural de la tecnología portátil, sembrando las semillas de la innovación que conducirían a la popularidad de los relojes inteligentes en el mundo real.
Vehículos sin conductor: de Hollywood a las calles de la ciudad
“Recuerdo total”, estrenada el mismo año que “Dick Tracy”, presentó a su audiencia Johnnycab, un taxista robótico que presagió la tecnología actual de vehículos autónomos. Si bien la escena del taxi estaba destinada a provocar una sonrisa, la película jugó un papel en la configuración del imaginario colectivo en torno a los vehículos sin conductor, contribuyendo al desarrollo de las tecnologías de transporte autónomo que estamos empezando a ver hoy.
Impresión 3D de órganos humanos: de la ficción a la ciencia
"Hombre oscuro", dirigida por Sam Raimi en 1990, gira en torno al Dr. Peyton Westlake y su método para crear piel sintética. Esta narrativa, aunque no involucra la impresión 3D, explora la idea de crear piel artificial con fines regenerativos, contribuyendo al diálogo más amplio en torno a las tecnologías médicas avanzadas. Hoy en día, los investigadores están trabajando para perfeccionar la tecnología de bioimpresión que podría imprimir no solo piel humana, sino también otros órganos.
La videollamada: una idea con visión de futuro
La película "Metrópoli” de 1927, dirigida por Fritz Lang, fue el primer largometraje de verdadera ciencia ficción de la era moderna. Con su visión radical del futuro tecnológico sorprendió al público: pero no fue sólo una fantasía. Entre las maravillas mostradas se encuentra la primera versión cinematográfica del videoteléfono. Si bien Lang no inventó la videollamada, su película combinó las innovaciones de la época, demostrando una vez más un pensamiento paralelo entre cineastas con visión de futuro y científicos del mundo real. Muchas cosas sin importar la hora que sea. Los derechos de autor de este trabajo han expirado: podrá inspirar (gratis) a muchas nuevas generaciones.
Wearables y dispositivos biométricos: un futuro tecnológico wearable
“Regreso al futuro II” No inventó dispositivos portátiles ni biométricos, pero predijo con precisión cómo esas tecnologías se volverían cada vez más comunes en el futuro. La película imaginaba cómo los cascos de realidad virtual se volverían más pequeños y más convenientes para el uso doméstico, y cómo los lectores biométricos se convertirían en una característica común en los teléfonos inteligentes... y en las puertas de entrada.
Publicidad personalizada: la predicción del “Minority Report”
"Informe de minorías" de 2002 preveía publicidad personalizada (y anuncios holográficos) a través de su representación futurista de anuncios dirigidos e individualizados. La película ayudó a estimular el debate sobre la privacidad de los datos a principios de siglo y, si bien la realidad evolucionó de forma independiente, desempeñó un papel en la configuración de la conciencia pública y el discurso sobre el potencial futuro de la publicidad personalizada.
La tableta de “2001: Odisea en el espacio”
El concepto moderno de tableta con pantalla táctil apareció por primera vez en las historias clásicas de ciencia ficción de los años cincuenta. Inmediatamente después, en la famosa película de Stanley Kubrick. Aunque la tecnología de pantalla táctil había estado en desarrollo desde principios de la década de 50, no fue hasta el siglo XXI que las tabletas conquistaron el mundo, con un diseño casi idéntico al NewsPad de “60: Una odisea en el espacio”.
Trasplantes de rostro: la visión de “cara/apagado”
“Cara/Apagado” 1997 exploró la idea del trasplante de cara, un procedimiento médico ficticio en el momento de su estreno. La película ha despertado interés y conversaciones sobre las posibilidades de cirugías tan radicales. Aproximadamente una década después del estreno de la película, los trasplantes de rostro se hicieron realidad, lo que demuestra la convergencia de la ficción y el progreso científico.
Realidad aumentada: el avance de “RoboCop”
"RoboCop" 1987 presentó una primera versión de realidad aumentada a través de escenas POV del protagonista cyborg. Si bien no es una representación directa de la RA moderna, ejecutó el concepto de información digital superpuesta al mundo físico. La película ha contribuido a dar forma a las percepciones y debates sobre la posible fusión de las realidades digital y física.
Inteligencia artificial: la visión del “ultimátum a la Tierra”
"Ultimatum to the Earth" de 1951 presenta Gort, la primera IA verdadera de la historia del cine. Aunque la película “Metropolis” ya incluía un robot inteligente, Gort demostró claramente su naturaleza como ser artificial capaz de ejecutar comandos complejos y adaptarse a situaciones del mundo real. Curiosamente, el primer programa de IA se lanzó ese mismo año: 1951. Precediendo a la IA adaptativa moderna en más de 50 años.
En conclusión, estos ejemplos demuestran que el cine no es sólo un medio de entretenimiento, sino también una fuente de inspiración y precursor de innovaciones tecnológicas. La visión de los realizadores, muchas veces tachada de pura fantasía o deguión de los cambios que se producirán, dictado por la élite“, puede en realidad anticipar e influir en el curso del desarrollo tecnológico, demostrando que la línea entre la ciencia ficción y la realidad es más delgada de lo que uno podría imaginar.