Hace algún tiempo, te presentamos el concepto de “ciudad esponja”, una idea innovadora para gestionar el agua de lluvia en zonas urbanas. En aquel momento, puede que pareciera un sueño lejano. Hoy, tres ciudades rusas han decidido ponerse serias. Moscú, Kazán y Ekaterimburgo están explorando activamente este enfoque. Pero ¿qué está pasando exactamente en estas ciudades? ¿Y por qué Rusia ha decidido abrazar esta idea con tanto entusiasmo?
Una creciente urgencia climática
Lamentablemente, la respuesta está en el alarmante número de inundaciones que afectan al país. Cada año, Rusia se enfrenta a entre 40 y 70 inundaciones importantes. El ejemplo más reciente y dramático se remonta a este año, 2024, cuando el Óblast de Orenburg experimentó una emergencia federal: Más de 10.000 casas y 12.000 terrenos quedaron sumergidos por las aguas, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia.
Ante este desafío, los urbanistas rusos están cambiando su perspectiva. En lugar de ver el agua como un enemigo al que hay que luchar, están aprendiendo a verla como un aliado potencial. Este cambio de paradigma está en el centro del concepto de “ciudad esponja”.
Ciudad esponja, los seminarios que cambian las ciudades
Este mes Moscú, Kazán y Ekaterimburgo acogieron seminarios organizados por el club de paisajismo. Vsevpark y titulado “Tecnologías de construcción de 'Ciudad Esponja': cómo el nuevo concepto de construcción o modernización de la ciudad combate la amenaza de inundaciones e influye en la infraestructura ecológica”. Estos eventos contaron con la participación de un amplio abanico de profesionales:
- En Moscú: representantes del Departamento de Servicios Municipales, el Ministerio de Construcción, el Parque Gorky e incluso el Jardín Botánico.
- En Kazán: más de 100 participantes, entre ellos el Instituto de Desarrollo Urbano de Tartaristán y la Dirección de Parques y Jardines de Kazán.
- En Ekaterimburgo: El seminario tuvo lugar en el marco del festival “Atmofest”, con la participación de arquitectos, urbanistas y representantes de grandes empresas promotoras inmobiliarias.
En estos seminarios desempeñaron un papel fundamental los expertos de la Academia China, que compartieron su amplia experiencia en el campo de las “ciudades esponja”. No es una coincidencia: China fue pionera en este enfoque y Rusia está aprovechando sabiamente esta experiencia.
De la teoría a la práctica: el caso de Kazán
Rusia no es completamente nueva en este concepto. en 2017, la oficina Turenscape presentó un proyecto de revitalización del lago Kaban en Kazán, que se convirtió en un verdadero punto de inflexión en el diseño de los espacios públicos urbanos. El proyecto introdujo un sistema bioplateaux para el tratamiento y purificación del agua de lluvia. ¿El resultado? Una mejora significativa en la calidad del agua del lago e incluso en la llegada de nuevas especies de aves y animales.
Ciudad esponja, mirando al futuro
Estos seminarios no fueron sólo teóricos. Los participantes tuvieron la oportunidad de poner en práctica lo aprendido diseñando sus propias versiones de “ciudades esponja”. Además, la comunidad paisajista rusa ya está planeando el siguiente paso: en noviembre, un grupo de especialistas rusos viajará a China para un curso de formación exclusivo en la Academia Turenscape. La adopción del concepto de “ciudad esponja” en Rusia representa más que un simple cambio en las prácticas de gestión del agua. Es un replanteamiento fundamental de la relación entre ciudad y naturaleza, entre desarrollo urbano y sostenibilidad ambiental.
A medida que los desafíos climáticos continúan intensificándose, enfoques innovadores como este se vuelven cada vez más cruciales. Rusia, con sus vastos recursos naturales y sus ciudades en rápida evolución, podría convertirse en un campo de pruebas ideal para estas nuevas ideas urbanas.