Para muchos amantes de los perros, la idea de viajar en avión con tu amigo de cuatro patas es un sueño prohibido. Entre restricciones, costes y logística complicada, muchas veces acabamos renunciando o confiando nuestra mascota a familiares y amigos. Pero ¿y si te dijéramos que desde hoy existe una alternativa que transforma el estrés del viaje en una experiencia de puro placer para tu perro? Se llama BARK Air y es la primera aerolínea íntegramente dedicada a los perros (VIP) y sus humanos.
Se acabaron las jaulas en bodega y las separaciones forzadas: a bordo, tu perro será tratado como un auténtico rey (o reina), con mimos, golosinas y todo tipo de comodidades. Un sueño, ¿verdad? Sin embargo, por ahora está reservado a unos pocos afortunados. Repito una palabra, también recogida en el título: perros VIP. Averigüemos por qué.
Bienvenido a bordo, Fido y compañía.
Imagina la escena: estás en el aeropuerto, listo para embarcar hacia tus vacaciones. En lugar de despedirte de Fido con lágrimas en los ojos antes de entregárselo a la azafata, lo mantienes atado mientras te diriges tranquilamente hacia la puerta. Sí, lo has entendido bien: en BARK Air, tu perro viaja contigo en la cabina, ¡no en la bodega!
Una vez a bordo, un camarero le da la bienvenida con una gran sonrisa (una decena de ellas postizos, pero no seamos quisquillosos) y un plato de croquetas. Para Fido, por supuesto. Te toca la habitual bolsa de cacahuetes. No importa, porque aquí la atención es toda para nuestros perros VIP.
Mientras usted se sienta en su sillón (estrictamente en la segunda fila, la primera está reservada para los cuadrúpedos), Fido disfruta de su comida gourmet. ¿Pollo, ternera o salmón? Elige, siempre y cuando no sientas envidia. Y de postre, nada de galletas rancias, sino deliciosos cupcakes con forma de hueso. ¡Qué clase!
¿Turbulencia? No, solo meneando la cola
Las sorpresas de BARK Air no terminan ahí. Durante el vuelo, Fido puede deambular libremente por la cabina, hacerse amigo de otros perros e incluso disfrutar de un lujoso spa completo con masajes y corte de pelo. Se acabó el estrés del viaje: ¡aquí los perros se relajan más que sus dueños!
¿Qué pasa si tu amigo de cuatro patas tiene una emergencia "fisiológica"? No hay problema: la tripulación está entrenada para limpiar cualquier “desastre” de forma discreta y rápida. Claro, puedes terminar con un zapato masticado o una chaqueta llena de pelo, pero esos son los pequeños inconvenientes de viajar con un perro. Lo importante es que él sea feliz (y vivir mucho tiempo), ¿No?
Oh, casi lo olvido: en BARK Air no hay restricciones de tamaño ni de raza. Si eres el orgulloso propietario de un chihuahua o un gran danés, eres bienvenido a bordo. Siempre y cuando tu perro no ocupe más de tres plazas, en caso contrario tendrás que pagar un suplemento.
Y ahora, el punto delicado. ¿Recuerdas cuando dije "perros VIP"?
Suena como un sueño, ¿verdad? Bueno, en parte lo es. porque por cuanto tiempo la idea by BARK Air es brillante, actualmente solo es accesible para unos pocos afortunados. ¿La razón? Los precios, que definir como "de primera clase" es insuficiente.
Para un vuelo de ida desde Nueva York a Los Ángeles, Tendrás que desembolsar la friolera de 6.000 dólares. Y si quieres hacer el gran tour con parada en Londres, Prepárese para emitir un cheque de $8.000. Básicamente, con esa cantidad podrías comprar un cachorro de pura raza, invitarlo a cenar y pagar su educación universitaria.
Por supuesto, los creadores de BARK Air prometen que los precios bajarán en el futuro gracias a economías de escala y diversas optimizaciones. Pero por ahora, a menos que seas un tacaño al que le gusten los perros, tendrás que resignarte a los habituales vuelos "humanos". O, como mucho, invierta en una bonita correa nueva para pasear por el parque.
El futuro está a cuatro patas.
No desesperes, Mónica (es mi colega que se resiste a volar para no dejar a su perro en la bodega): BARK Air no ha hecho más que empezar, y quién sabe, quizá en el futuro revolucione de verdad nuestra forma de viajar. con nuestros amigos de cuatro patas. Después de todo, el amor por los perros es universal y la demanda de este servicio parece estar ahí.
Ya se habla de nuevas rutas, empezando por una conexión Nueva York-París en otoño. Y la empresa está recogiendo solicitudes para otros destinos, centrándose en los destinos "dog-friendly". Quién sabe, tal vez dentro de unos años podamos irnos de vacaciones con Fido a nuestro lado, sin estrés ni culpa.
Mientras tanto, sigamos soñando. Y para envidiar a esos pocos y afortunados perros que en estos momentos disfrutan de un suculento guiso a diez mil metros de altitud, mientras sus dueños mastican un escaso bocadillo. Bienaventurados ellos, se podría decir. O tal vez, suerte para sus billeteras.