Las sustancias psicotrópicas, tanto lícitas como ilícitas, dejan una huella inequívoca en el aire de nuestras ciudades. Un equipo de investigadores italianos analizó este "chemtrail" de las drogas, revelando tendencias preocupantes en el uso y abuso de drogas en nuestro país.
Los resultados del estudio, en el que participaron ciudades de Norte a Sur, plantean preguntas inquietantes sobre los cambios en los hábitos de consumo de drogas y la creciente difusión de drogas.

A la caza de polvos sospechosos
Los intrépidos "sabuesos científicos" del CNR siguen la pista de las drogas transportadas por el aire, examinando las partículas atmosféricas de hasta 36 ciudades italianas. Armados con sofisticadas herramientas analíticas, los investigadores buscaron nicotina, cafeína, cocaína, cannabinoides y otras sustancias psicotrópicas. ¿El objetivo? Mapear la propagación de estos compuestos en el aire y vincular los niveles detectados con los hábitos de consumo de drogas de la población.
El muestreo se realizó en dos campañas estacionales entre 2018 y 2019 (los años de Covid son irrelevantes), replicando un estudio similar realizado allá por 2009. El estudio del médico Catia Balducci y sus colegas, que recopila los resultados se publicó en 2024 y lo enlazo aquí.
Gracias a la valiosa colaboración de las agencias ambientales regionales (ARPA) y provinciales (APPA), los investigadores pudieron acceder a los mismos sitios monitoreados una década antes. Una comparación a lo largo del tiempo que prometía revelar la evolución de las "preferencias químicas" de los italianos.
Narcóticos a gran altura
Los resultados no dejan lugar a dudas: las concentraciones de sustancias estupefacientes en el aire son más altas que nunca. Tanto en verano como en invierno, las ciudades italianas están envueltas en una niebla psicoactiva mucho más densa que hace diez años.
La cocaína, en particular, ha alcanzado niveles récord. Durante la estación fría, las concentraciones de “polvo blanco” alcanzaron picos de varios nanogramos por metro cúbico de aire en las zonas urbanas. Una tendencia preocupante, que sugiere un aumento del uso y abuso de cocaína en todo el país.
La situación de los cannabinoides tampoco va mejor. Las concentraciones de THC, CBD y CBL (los principales componentes psicoactivos del cannabis) se han disparado respecto al pasado. En algunas ciudades, los niveles invernales de estos compuestos han alcanzado nanogramos por metro cúbico, un valor que refleja la creciente popularidad de los "porros" entre los italianos.
En humo verdad
Hay más. El estudio destacó cómo las concentraciones atmosféricas de drogas ilícitas no están directamente relacionadas con los niveles de contaminación. En otras palabras, el aumento de cocaína y cannabinoides en el aire no depende de factores ambientales o meteorológicos, pero refleja un aumento real del consumo de estas sustancias.
Las cosas “malas” que son la nicotina y la cafeína apoyan esta tesis. A pesar de ser sustancias legales, estos marcadores de actividad humana siguen tendencias similares a las de los estupefacientes. En resumen, donde hay humo (de cigarrillos), también hay humo (químico). Y las ciudades italianas parecen haberse convertido en verdaderos "puntos calientes" para drogarse.
Increíble, ¿cuál es el estado de ánimo para el futuro?
(Lo siento, es imposible para mí no utilizar dobles sentidos vulgares sobre este tema.). Los resultados de esta investigación hacen sonar la alarma. El aumento de las concentraciones de drogas ilícitas en el aire de nuestras ciudades es una señal inequívoca de un creciente problema de adicción y abuso de sustancias. Un fenómeno que no da señales de amainar y que requiere una acción decisiva por parte de las instituciones y de la sociedad civil.
Por supuesto, todavía no es posible correlacionar con precisión los niveles atmosféricos de drogas con las tasas de prevalencia en la población. Se necesitan más estudios y un seguimiento constante a lo largo del tiempo para perfeccionar los modelos interpretativos. Sin embargo, esta investigación sienta las bases para un nuevo enfoque para comprender y combatir la drogadicción.
Oler el aire que respiramos puede decirnos mucho sobre los hábitos y vicios de nuestros conciudadanos. Y si se confirma la tendencia señalada por este estudio de diez años, Italia podría encontrarse ante una auténtica "epidemia química". Y el "Avalancha de fentanilo” aún no nos ha comprendido del todo.
Es un desafío que requerirá el compromiso de todos para afrontarlo. Para que el futuro de nuestro país no se escriba con el polvo de las drogas.