Un estudio reciente trae un soplo de esperanza para quienes sufren lesiones de la médula espinal. Al desarrollar nanopartículas cargadas de fármacos, los investigadores han descubierto un método prometedor para reducir la inflamación dañina después de una lesión en la columna, mejorando drásticamente la función motora en modelos animales.
Se trata de un enfoque innovador y enteramente italiano, que puede marcar un punto de inflexión en el tratamiento de las lesiones de la columna, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas.
El desafío de la inflamación post-lesión espinal
Las lesiones de la médula espinal tienen consecuencias devastadoras. Devastador. No sólo por el impacto inmediato, sino también por la inflamación posterior que puede agravar significativamente el daño.
Las investigaciones han demostrado que, en los días posteriores a una lesión en la columna, el células microgliales se activan y proliferan. Esto contribuye al daño secundario mediante la producción de citocinas proinflamatorias. Un proceso que puede conducir a paraplejía o cuadriplejía, condiciones que pueden no ser evidentes inicialmente.
Una solución nanotecnológica
Abordar el desafío de la inflamación requiere terapias dirigidas. Terapias que pueden llegar selectivamente a las células implicadas sin afectar al resto del organismo. Los científicos del Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri, en colaboración con la Universidad Politécnica de Milán, han desarrollado nanopartículas basadas en nanogeles capaces de atacar estas células.
Las nanopartículas liberan un compuesto activo que reduce la inflamación.
“Cargar” con rolipram, un inhibidor de la fosfodiesterasa 4 (PDE4), un regulador de la producción de citoquinas proinflamatorias, estas nanopartículas representan un avance significativo en el tratamiento de las lesiones de la columna. Los estudios, publicados en Advanced Materials, Estoy a tu disposición aquí.
Efectividad probada y nuevas esperanzas
Las pruebas en modelos animales han demostrado que el tratamiento con estas nanopartículas funciona muy bien. Cuando se administró inmediatamente después de la lesión, redujo significativamente la inflamación.
Ahora tenemos que continuar con más investigaciones. En particular, es necesario traducir estos descubrimientos en terapias seguras y eficaces para los seres humanos. La posibilidad de restaurar parcialmente la función motora después de una lesión de la médula espinal ya no es un espejismo.
Es un objetivo realista hacia el cual la ciencia avanza con pasos decisivos.