En los pliegues de Seúl, donde lo moderno se entrelaza con la tradición, una atracción increíble podría encontrar su lugar. El proyecto “Seoul Twin Eye”, la noria sin radios más alta del mundo, concebida por UNStudio en colaboración con Arup y Heerim Architects, es una metáfora de nuestra aspiración de alcanzar nuevos horizontes.
Esta estructura, que se extiende sobre un complejo cultural de 40 metros, con un diámetro de 180 metros y una altura de 220 metros, es mucho más que una simple atracción. Es un símbolo de armonía entre progreso y tradición, cielo y tierra.
Arquitectura que deja hablar el pasado y el futuro
Elegir una noria sin radios no es sólo un desafío de ingeniería, sino también un guiño a las raíces astronómicas de la cultura coreana, en particular al reloj astronómico Honcheonsigye. Una conexión con la historia que también actúa como puente hacia el futuro, un testimonio de cómo las tradiciones pueden inspirar innovaciones revolucionarias.
Cada cápsula del “Seoul Twin Eye” promete ofrecer una experiencia única e inmersiva. A medida que los visitantes se eleven hacia el cielo, tendrán la oportunidad de ver Seúl desde una nueva perspectiva. La città, con su animada mezcla de modernidad e historia, se desarrollará debajo de ellos en un panorama impresionante. Esta experiencia no sólo será visual, sino también emocional, un viaje a través de la belleza y complejidad de una metrópolis en constante evolución.
Una noria equilibrada entre tecnología y sostenibilidad
Al diseñar una estructura tan impresionante e innovadora, los arquitectos e ingenieros se enfrentaron al desafío de equilibrar la ambición tecnológica con la ambición ecológica. El “Seoul Twin Eye” no sólo tendrá que hacer frente a las condiciones climáticas y ambientales de Seúl, sino también integrarse armoniosamente en el tejido urbano. Por tanto, el proyecto representa un ejemplo de cómo se puede utilizar la tecnología avanzada de forma responsable y sostenible, prestando especial atención al impacto medioambiental y social.
Más allá de su función como atracción turística, esta noria está destinada a convertirse en un símbolo de unidad y comunidad. El proyecto, que comenzará en 2025 y finalizará en 2028, literalmente cambiará la faz de la ciudad.