En una era donde el gasto militar y el énfasis en la guerra tecnológica sigue creciendo, aparece un exoesqueleto que simboliza un paso más hacia la militarización de la ciencia. Creado por Protección Mehler, Mawashi Science & Technology y GIGN, este dispositivo que promete reducir la carga de los soldados y protegerlos de las balas refleja una preocupante fusión de tecnología y fuerza militar.
¿Innovación o escalada bélica?
laExoesqueleto con armadura superior ExoM, como se ha mencionado, es un testimonio de la carrera inexorable hacia el armamento tecnológico avanzado. Con protección balística que cumple con el estándar europeo VPAM 8, el ExoM puede detener proyectiles disparados por armas poderosas como el AK-47.
Su montura de titanio y su capacidad de redistribución hasta el 70% de la carga desde el portaaviones hasta el suelo (mientras se mantiene el 99% del rango de movimiento habitual) son innovaciones impresionantes.
Exoesqueleto “pasivo-agresivo”
Un aspecto crucial del ExoM que merece atención es su naturaleza como exoesqueleto pasivo. ¿En qué sentido? A diferencia de otros dispositivos similares que dependen de actuadores motorizados, el ExoM funciona sin el uso de baterías. Y esto elimina la necesidad de cargar y reducir aún más el peso total.
Esta característica es particularmente ventajosa en situaciones operativas remotas o en misiones de larga duración, donde el acceso a fuentes de energía para la carga puede ser limitado o inexistente.
¿Un gran avance en la ciencia o la guerra?
Mehler Protection aún no ha revelado detalles específicos como el tipo de material balístico utilizado o el peso total del equipo. De todos modos, el vídeo de demostración de este exoesqueleto es impresionante.
Los soldados (y las unidades tácticas de policía) tendrán más protección y capacidad operativa. Y yo, con el debido respeto, en este mundo ya marcado por conflictos y tensiones, tal vez veo un paso adelante en ciencia y tecnología, pero también un paso atrás en los esfuerzos de paz global.