La lengua electrónica es una de esas innovaciones que pueden redefinir lo que es posible. El dispositivo desarrollado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Daegu Gyeongbuk (DGIST) de Corea es una lengua electrónica que analiza e interpreta los gustos con una delicadeza que roza lo milagroso.
Un puente entre la ciencia y los sentidos
La lengua humana, con su capacidad para distinguir sabores complejos, ha inspirado durante mucho tiempo a científicos y tecnólogos a crear un dispositivo que emule sus capacidades. Aparentemente esta lengua electrónica tuvo éxito, al menos si lees el estudio publicado en Applied Materials & Interfaces (lo enlazo aqui). ¿Como? Utilizando una serie de sensores altamente especializados, que combinados con sofisticados algoritmos de aprendizaje profundo, analizan cuatro sabores principales (dulce, salado, ácido, amargo) e interpretan con gran precisión.
El impacto de este “lenguaje electrónico” se extiende mucho más allá de los límites de la cocina tradicional. Este dispositivo abre nuevas perspectivas en el arte del maridaje entre comida y vino, un ámbito de sommeliers donde antes nos basábamos exclusivamente en el gusto y la experiencia humana. La capacidad de la lengua electrónica para analizar las características de sabor de diferentes vinos y sugerir combinaciones ideales con diversos alimentos marca el comienzo de una nueva era en la degustación. Incluso en sectores como el cosmético y el farmacéutico, el dispositivo puede desempeñar un papel crucial en el análisis de las propiedades de los medicamentos, mejorando así el cumplimiento por parte del paciente.
Un lenguaje… universal
A pesar de sus prometedoras aplicaciones, la lengua electrónica todavía enfrenta importantes desafíos. La complejidad de los gustos y sus interacciones dificulta que el dispositivo distinga cada matiz con absoluta certeza. Sin embargo, los continuos avances en la tecnología de sensores y la inteligencia artificial sugieren que estos obstáculos se superarán.
El viaje del lenguaje electrónico apenas comienza. Con cada paso adelante en su evolución, nos acercamos a una comprensión más profunda e integrada de nuestros sentidos. Esta tecnología no sólo mejora nuestra capacidad de disfrutar y apreciar la comida y la bebida, sino que también abre nuevas perspectivas sobre cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.
La E-tongue es más que un simple dispositivo: es un símbolo de cómo la tecnología puede enriquecer nuestra experiencia humana de maneras inesperadas y maravillosas.