En los últimos tiempos hemos hablado a menudo de metas de sostenibilidad a alcanzar en 2030, los marcados por la Unión Europea para reducir las emisiones nocivas y alcanzar el objetivo en 2050 neutralidad climática. Hay muchas áreas de interés, al igual que las acciones a implementar. Entre ellos está ciertamente el de ridurre el uso y consumo de plástico virgen, derivado del petróleo.
Por eso es necesario actuar reutilización e reciclaje por parte de los ciudadanos y estrategias sostenibles por parte de las empresas que deben comprometerse a utilizar cada vez más materiales biodegradables. Así, los envases cambian de aspecto y material para volverse cada vez más ecológicos, fabricados a partir de plástico reciclado o con materiales alternativos.
El embalaje Se vuelven así reciclables y reutilizables, diseñados para crear el menor impacto ambiental sin comprometer sus funciones de protección e información. A empaquetado sostenible, por tanto, se encuentra a medio camino entre las lógicas éticas y ecológicas y las comerciales ligadas al producto. Veamos cuáles son sus características y por qué marca la diferencia.
La importancia del packaging sostenible
El mundo del packaging industrial está cambiando, rápidamente y cada vez más desde una perspectiva verde, para conseguir la producción de un empaquetado sostenible, impacto cero y funcional para el reciclaje, reutilización y reducción de residuos.
Por eso se utilizan materiales ecológicos, naturales, biodegradables y que se puede utilizar una y otra vez sin convertirse en desperdicio. El papel y el cartón aparecen a la cabeza de la lista, seguidos de las fibras de madera vírgenes, los bioplásticos o incluso soluciones avanzadas que utilizan materias primas vegetales o residuos de alimentos para llegar finalmente al vidrio.
Una auténtica revolución en el mundo industrial que se está distanciando cada vez más del “eeuu” tirar” apoyándonos en el ecodiseño. En este proceso si utiliza menos materia prima Al reducir el tamaño y aligerar el embalaje, se pretende compostabilidad, la simplificación del sistema de embalaje y la facilidad de separación de los materiales usados.
Los beneficios son muchos y no sólo medioambientales, eliminando residuos, sino también a nivel económico. La optimización de los recursos, de hecho, permite no sólo tener un menor impacto en el medio ambiente, sino también guardar en el proceso de producción, dando una respuesta concreta a los ciudadanos que están desarrollando una sensibilidad creciente hacia las cuestiones verdes.
Algunos ejemplos de packaging ecológico
Reducir el uso de plástico no es fácil pero a veces bastan unos pocos movimientos para cambiar las cosas. Sin embargo, es necesario colaboraciones de todos: por un lado, las empresas deben comprometerse a realizar un cambio importante en el sector del packaging, por otro, los usuarios en las decisiones que toman cada día.
Cada área puede albergar nuevos paquetes: desde los de celulosa, por ejemplo, para la conservación de comida, a aquellos en cartón para detergentes. ¿Es todo muy extraño? En absoluto, pues ya es una realidad. Por ejemplo, podemos hablar de un lavandería sostenible e inclusiva gracias a Dash, la marca Procter & Gamble, líder en Italia en la categoría de detergentes para lavadoras, que ahorró 650 toneladas en sólo un año plastico gracias hasta el primer embalaje de cartón creado para los Dash Power POD.