La inteligencia artificial se encuentra en otro punto de inflexión trascendental en tan sólo unos años. Gemini, el nuevo modelo de IA desarrollado por Google, supera claramente a todos sus rivales, superando en 5 veces el rendimiento del GPT-4 más avanzado, según SemiAnalysis. Un adelantamiento sensacional que relanza a Google en la carrera por la inteligencia artificial.
El informe de semianálisis, una empresa líder en análisis de semiconductores, revela que Gemini marca el regreso de Google al campo de la IA. Después de haber perseguido durante mucho tiempo a sus rivales OpenAI y Midjourney, el gigante de Mountain View parece recuperar con fuerza el liderato gracias a esta IA de nueva generación, destinada a revolucionar los escenarios del futuro.
Gemini, la IA que supera incluso a GPT-4
Las pruebas realizadas por SemiAnalysis indican que Gemini tiene actualmente un rendimiento 5 veces mejor que Modelos GPT-4, el más avanzado disponible en la actualidad. Un gran salto adelante que sorprende a los profesionales y sitúa a Google como líder indiscutible en el desarrollo de la inteligencia artificial.
Según las proyecciones, Géminis podría llegar a ser incluso 20 veces más potente que ChatGPT para finales de 2024, abriendo escenarios inimaginables. El "gigante dormido" Google ha despertado, señalan los analistas, y su IA parece destinada a dictar la ley.

Bonitas palabras, pero nada ha llegado al público (y quizás eso sea bueno): las incógnitas sobre el impacto
Sin embargo, el carácter muy revolucionario de Gemini lleva a Google a ser cauteloso a la hora de su lanzamiento al público, debido a los posibles efectos disruptivos sobre la creatividad y los modelos de negocio consolidados. Las implicaciones reales aún no están claras, pero demuestran el alcance del desafío que plantea esta IA altamente evolucionada.
Incluso el Centro para la Seguridad de la IA, si bien reconoce los avances realizados por Google, advierte sobre los problemas de las grandes redes neuronales como Gemini. La proliferación de modelos de IA generativa de próxima generación plantea interrogantes sobre el impacto que también podrían tener a nivel social. Quiero decir, siempre y cuando no sea una declaración de Google de que apunta sólo al marketing (para no perder terreno, dado que su IA "operativa" no pueden seguir el ritmo de ChatGPT) el riesgo es limitado.
De cualquier manera, los gobiernos de todo el mundo se están dando cuenta de la necesidad de una gobernanza de la IA. El ascenso de Géminis, con su potencial disruptivo, debe acelerar este proceso hacia una regulación ética y con visión de futuro de las tecnologías que tan profundamente moldearán nuestro futuro.