Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California ha creado un pequeño robot escarabajo autónomo, RoBeetle, que puede moverse durante más de dos horas sin batería.
El robot de 88 miligramos inspirado en insectos funciona con metanol líquido, que alimenta sus músculos artificiales y le permite transportar cargas de 2,6 veces su peso corporal.
RoBeetle: ¿por qué sin batería es mejor?
Las baterías tienen una densidad de energía baja: esto significa que para almacenar mucha energía, tienen que ser bastante grandes. Este es un problema para los micro-robots, y es una de las razones por las que los robots pequeños, como el HAMR-JR de diez centavos de Harvard, a menudo están conectados a fuentes de energía. El hecho de que RoBeetle no necesite batería significa que puede ser muy pequeño y arrastrarse sin cables.
El “micro-músculo artificial catalítico” del robot escarabajo está hecho con una aleación con memoria de forma (SMA) de níquel-titanio (NiTi), un alambre que se contrae y expande a medida que cambia la temperatura.
Ese cable está recubierto de platino, y cuando el platino interactúa con el combustible de metanol de RoBeetle, una reacción de combustión genera calor.
Los cambios de temperatura hacen que una pequeña ventilación se deslice hacia adelante y hacia atrás, regulando el flujo de combustible y moviendo el RoBeetle hacia adelante.
Un robot escarabajo de metanol
Los investigadores dicen que RoBeetle podría permitir que los microbots vayan donde los humanos no pueden. Evidentemente, todavía quedan algunos desafíos por superar. RoBeetle solo puede continuar por ahora. Una vez que el robot escarabajo comienza a caminar, seguirá caminando hasta que se quede sin combustible.
Sin embargo, mientras otros robots inspirados en insectos y sin cables funcionan con combustible químico (Octobot), paneles solares (RoboBee) o baterías, RoBeetle adopta un enfoque completamente innovador.