¿Alguna vez te has preguntado qué se esconde detrás de la última innovación en el mundo de la leche? hablemos de leche de pescado, un producto que suscita muchas preocupaciones desde el punto de vista medioambiental y ético. Aunque en el Sudeste Asiático se presenta como una alternativa a la leche de vaca, la realidad es muy distinta.
Los orígenes de la leche de pescado
La leche de pescado ha comenzado a ganar popularidad en Indonesia como alternativa a la leche de vaca, especialmente en las comunidades costeras donde abunda el pescado y la leche de vaca no siempre está disponible o es asequible. La idea básica es simple: utilizar carne de pescado como base proteica para crear una bebida similar a la leche, de hecho "idéntica en sabor", como la Berikan Protein Initiative (la "organización sin fines de lucro" que ofrece la nueva bebida). declara al Wall Street Journal.
El proceso de elaboración de esta "bebida", sin embargo, poco tiene que ver con la sencillez. Transformar pescado en "leche" requiere procesos industriales invasivos: la carne del pescado se separa de las espinas, se desmenuza y se mezcla con agua y otros ingredientes. Para enmascarar el sabor básico del pescado, se les añade azúcares y sabores artificiales. ¿El resultado? un producto ultraprocesado que se parece a la leche, pero tiene muy poco de natural.
Fenómeno creciente
A pesar de las preocupaciones, la leche de pescado está ganando aceptación en Indonesia. Se promociona como una alternativa más barata y accesible a la leche de vaca, especialmente para familias de bajos ingresos. Además, se promociona como una fuente de proteínas y nutrientes para los niños en crecimiento. Es un acuerdo que puede crear una economía de 4 mil millones de euros.
Sin embargo, el aumento de la demanda de leche de pescado corre el riesgo de exacerbar el ya significativo impacto ambiental de la pesca y la acuicultura en Indonesia. El poblaciones clave de peces ya estan sobreexplotados y la creciente presión sobre estos recursos para producir leche parece miope e insostenible a largo plazo.
Por no hablar de la cuestión ética.
Un creciente conjunto de evidencia científica muestra que los peces son capaces de experimentar dolor y estrés. A gran estudio científico de 2022 concluyó que el pescado son ampliamente reconocidos como seres sintientes. Sin embargo, seguimos capturándolos y criándolos en condiciones a menudo crueles para producir alimentos y ahora leche.
Afortunadamente, existen alternativas a la leche de pescado que son mucho más sostenibles, nutritivas y respetuosas con los animales. El leche vegetal elaborado con soja, avena, arroz y otras plantas es cada vez más popular. Estos productos ofrecen una valiosa fuente de nutrientes sin las desventajas éticas y ambientales de la leche de pescado.
En resumen: leche de pescado, abucheo.
Aunque la leche de pescado se presenta como una solución innovadora para las comunidades indonesias, para mí es un paso en la dirección equivocada y una tendencia que debemos evitar.
En lugar de seguir explotando los ya frágiles recursos marinos, deberíamos promover alternativas más sostenibles y éticas: sólo así podremos alimentar a la población de forma saludable y respetuosa con el medio ambiente y los animales.