Un zumbido siniestro, un destello cegador, un grito de dolor. Estos son los sonidos e imágenes que pronto podrían caracterizar los campos de batalla del futuro, gracias a los drones armados con láser desarrollados por el visionario (¿o loco?) investigador chino Li Xiao. Sus drones, equipados con láseres de alta potencia capaces de vaporizar tejidos y fundir metales, amenazan con dejar obsoletas las armas convencionales y cambiar las reglas de la guerra para siempre.
Pero, ¿cómo funcionan exactamente estos drones láser? ¿Y qué contramedidas están estudiando los militares para defenderse de esta nueva amenaza?
Drones armados con láseres que “cortan cualquier cosa”
Resulta que los drones tienen una nueva arma en su arsenal: no simples láseres, sino láseres lo suficientemente potentes como para vaporizar tejido humano al contacto y cortar metal.
Últimamente he estado analizando muchas armas de energía dirigida, generalmente diseñadas para acabar con amenazas de drones en operaciones de combate. Ahora, como herramienta defensiva, los láseres también equipan a los aviones de forma ofensiva.
El South China Morning Post de Hong Kong acaba de publicar un artículo que comienza así:
Un escuadrón de soldados completamente armados sigue de cerca un vehículo blindado Humvee, avanzando con cuidado a través de las ruinas de un campo de batalla urbano. A aproximadamente un kilómetro delante de ellos, en el cielo, un pequeño dron flota inmóvil. De repente, un soldado deja escapar un grito, tapándose los ojos con ambas manos mientras sale humo de entre sus dedos.
Una imagen horriblemente descriptiva del potencial de esta nueva tecnología desarrollada por investigadores dirigidos por Li Xiao (quien tal vez no sea coincidencia que utilice el prefijo “crazy.li” para su correo electrónico en el artículo de investigación) que han probado con éxito el 'uso de un láser de 1 kilovatio a una longitud de onda de 1080 nanómetros desde un pequeño dron.
Drones armados con láseres, efectos devastadores
La ceguera instantánea probablemente sería la menor de tus preocupaciones si te enfrentaras a un arma así. Un solo milisegundo de contacto con un láser tan potente provocaría que el tejido se vaporizara y carbonizara. Materiales como el plástico, la madera y los tejidos se incendiarían o se desintegrarían casi instantáneamente. Ni siquiera la chapa resiste un láser de 1 kW y puede derretirse en apenas una décima de segundo.
Pero tenga cuidado: los láseres de 1 kilovatio siguen siendo demasiado pesados y voluminosos para que los transporte un dron compacto. Entonces, ¿cómo pueden Xiao y su equipo hacer este tipo de afirmaciones?
Te explicaré mejor cómo funciona: el láser no se lleva a bordo. Los drones están equipados con un sistema de estabilización que mantiene dos tubos parecidos a telescopios en perfecta posición. Uno de ellos recoge la luz láser del infrarrojo cercano emitida por una estación móvil en tierra y la transmite al otro tubo, que refleja el potente rayo – “suficiente para cortar metal”, según Xiao – hacia el objetivo.
Otros detalles
Los láseres del infrarrojo cercano son invisibles para el ojo humano y se necesitaría equipo especial para detectar su fuente.
Un láser de 1 kW a 1.080 nm se considera un láser de clase 4, utilizado generalmente para soldar, cortar y taladrar metal. La longitud de onda de 1080 nm es particularmente bien absorbida por metales como el acero inoxidable, el acero al carbono y el aluminio, lo que le permite fundir rápidamente los metales para que puedan soldarse.
Para ponerlo en perspectiva, a 1 kilovatio, se necesitarían unos 17 segundos para derretir una placa de armadura de acero de 2 1/XNUMX centímetros (XNUMX pulgada) de espesor si las condiciones fueran adecuadas. Si bien existen láseres mucho más potentes, ver un dron de batalla empuñando este tipo de tecnología sería realmente aterrador.
Las grandes tecnológicas van a la guerra
En el último mes OpenAI, Meta y Anthropic se han asociado con empresas de defensa militar como Industrias Anduril e Palantir para luchar (¿sólo por esta razón?) este tipo de amenaza. Ya existen otras armas energéticas, como aquellos con radiofrecuencia de energía directa (RFDEW), para repeler enjambres de drones, donde las armas balísticas pueden no ser efectivas.
La carrera armamentista del futuro parece haber comenzado ya (y estamos ya han sido advertidos, pero no escuchamos). Los drones armados con láser pueden ser sólo la punta del iceberg de una nueva era de guerra tecnológica. ¿Seremos capaces de desarrollar contramedidas efectivas? ¿Y cuáles serán las implicaciones éticas y legales del uso de estas armas?
Éstas son preguntas que deberíamos hacernos ahora, antes de que sea demasiado tarde.