Es como un reloj: cada pocos meses alguien llama a la puerta del Congreso estadounidense con nuevas revelaciones sobre los UAP, los "fenómenos aéreos no identificados" que alguna vez todos llamaron ovnis. Esta vez son ex funcionarios militares y de inteligencia quienes levantan el velo supuestas tecnologías alienígenas escondido por el Pentágono. Una danza familiar que se repite periódicamente desde 1947, curiosamente entrelazada con cuestiones muy terrenales: fondos mal asignados, programas clasificados, supervisión inadecuada.
Es interesante cómo el misterio de los objetos voladores no identificados siempre acaba iluminando las zonas grises de la burocracia militar estadounidense.
Un guión ya visto
No es la primera vez que el Defensa estadounidense se encuentra en el centro de atención por cuestiones extraterrestres. Desde Trump él pasó la aduana La cuestión de la UAP durante su presidencia, parece que estos fenómenos se han convertido en el caballo de Troya perfecto para traspasar los muros del Pentágono. ¿Pero qué estás buscando realmente? ¿Extraterrestres o transparencia?
Luis Elizondo, ex funcionario del Departamento de Defensa, habla sobre tecnologías avanzadas que monitorean instalaciones militares. Pero su mensaje más interesante se refiere a "fondos públicos mal asignados" y "programas ocultos a los funcionarios electos". Tal vez "nosotros somos los extraterrestres“, o más bien, nuestra incapacidad para controlar democráticamente determinadas instituciones.
Revelaciones de la UAP: el misterio de la constelación de la Inmaculada
El nombre suena como sacado de una novela de Dan Brown: “Constelación Inmaculada“. ¿Qué sería eso? Un programa ultrasecreto de 2017. Tan secreto que solo nombrarlo podría desencadenar vigilancia federal. aquí encuentras el informe completo de las declaraciones realizadas ante el Congreso de los Estados Unidos.
¿Te recuerda a algo? Es el mismo patrón que el Proyecto Libro Azul, de Majestuoso 12, de todos esos programas misteriosos que periódicamente surgen y desaparecen. Un poco como decir que fuera de la carpeta pones la pegatina de los hombrecitos verdes, y dentro de la carpeta pones lo que quieras.
El Pentágono habla de 757 nuevos informes de UAP entre mayo de 2023 y junio de 2024. Números que parecen precisos pero que, si se miran con atención, revelan sobre todo nuestra ignorancia: 444 casos no cuentan con datos suficientes para una evaluación. Es como si el mensaje fuera: "Tenemos los números, pero no podemos decirles lo que significan".

Revelaciones de UAP, lo que está en juego
Los legisladores republicanos exigen transparencia, quieren establecer una junta de revisión y proteger a los denunciantes. Pero no es la primera vez que escuchamos estas peticiones. La verdadera pregunta es: ¿por qué se utiliza el tema UAP para esta batalla? ¿Quizás porque es la única manera de hablar de supervisión y rendición de cuentas sin parecer burócratas aburridos?
Futuro Prossimo es el único periódico popular italiano que sigue el tema de los ovnis de forma "secular". No es "ortodoxo" como el interesante blog de Flavio Vanetti en el Corriere della Sera. Y ni siquiera es tan "convincente" como los documentales de Netflix. Nuestro enfoque es escéptico, imparcial y político, porque todo es política.
Seamos claros: todo el mundo siente curiosidad por estos temas, son sugerentes. A todo el mundo le gustaría saber si las revelaciones de la UAP esconden algo cierto, si estamos solos en el universo, etc. Pero lo que nos interesa es tratar de entender cómo esta historia de la UAP se convirtió en una especie de guerra fría entre el Congreso y el Pentágono. Por un lado, funcionarios que prometen revelaciones sensacionales, por el otro, un muro de goma hecho de negaciones y clasificaciones. En el medio, la cuestión cada vez más apremiante del control democrático sobre las instituciones militares.
Un fenómeno muy terrenal
Al final, quizás la verdad sea más sencilla de lo que parece. Las PAU se han convertido en el pretexto perfecto para hablar de algo mucho más terrenal: el poder, su gestión, su control. Mientras todos miramos al cielo en busca de platillos voladores, el verdadero juego se juega aquí en la Tierra, entre los escritorios de Washington.
No sabemos si realmente hay extraterrestres por ahí. Pero sabemos que aquí en la Tierra hay una batalla muy real por la transparencia y el control democrático. Y quizás, después de todo, sea precisamente éste el verdadero "fenómeno inexplicable" que debería interesarnos. Por este motivo, seguiremos la historia.