El mercado de los escritorios de pie está en auge, con proyecciones que hablan de $ 12,6 mil millones para 2032. Pero ¿estamos seguros de que esta solución en casa y en la oficina es realmente la respuesta a nuestros problemas sedentarios? Un nuevo estudio australiano de más de 83.000 personas sugiere lo contrario, poniendo en duda todo lo que creíamos saber sobre la salubridad de estas estaciones de trabajo de pie.
La investigación que lo cambia todo
La frase “sentarse es el nuevo cigarrillo” ha dominado el debate sobre la salud durante la última década. Una metáfora potente, que ha empujado a muchos de nosotros a buscar alternativas al clásico escritorio. El escritorio de pie Parecían la solución perfecta: una forma sencilla de combatir el sedentario sin alterar la rutina laboral. Siempre escritorios, pero estás parado frente a ellos y no en una silla. Bueno. ¿Y qué tan confiable es la evidencia que respalda esta teoría?
Un equipo de investigadores decidió llegar al fondo del asunto realizando un estudio a una escala sin precedentes. El seguimiento de más de 83.000 participantes proporcionó datos objetivos sobre los efectos reales de estar de pie durante mucho tiempo, superando las limitaciones de estudios anteriores (que se basaban esencialmente en autoinformes).
¿Los resultados? Sorprendente: no sólo estar de pie durante mucho tiempo No mejora la salud cardiovascular, pero en realidad podría aumentar el riesgo de problemas circulatorios.
Escritorio de pie y riesgos ocultos
El nuevo estudio (lo enlazo aqui) reveló que estar sentado más de diez horas al día se asocia en realidad con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, simplemente reemplazarlo con la posición de pie no resuelve el problema. Por el contrario, estar de pie durante mucho tiempo puede provocar que la sangre se acumule en las piernas, lo que aumenta el riesgo de venas varicosas y otros trastornos circulatorios.
Tenga en cuenta que esta investigación utilizó dispositivos de seguimiento para recopilar datos objetivos sobre los hábitos posturales de los participantes. Un enfoque que nos permitió superar las típicas imprecisiones de los cuestionarios de autoevaluación. Por supuesto, la edad media de los participantes (alrededor de 61 años) sugiere la necesidad de realizar más estudios en diferentes grupos de edad, pero los resultados siguen siendo significativos para repensar nuestro enfoque del trabajo sedentario.
El movimiento es la clave.
La verdadera revelación de esta investigación es que nuestros cuerpos responden mejor a movimiento suave en lugar de posiciones estáticas, ya sea sentado o de pie. El pausas activas, incluso los breves, pueden interrumpir largos períodos de inactividad y ofrecer importantes beneficios para la salud. Las intervenciones en el lugar de trabajo que promueven el movimiento han mostrado resultados prometedores. Los investigadores observaron que los trabajadores de oficina que redujeron el tiempo sedentario alternando períodos de actividad ligera y de pie mostraron mejoras en los niveles de azúcar en sangre y otros marcadores de salud.
Le escritorios para sentarse y pararse, diseñado para facilitar el cambio de posición, podría representar una solución más equilibrada, especialmente si se integra con recordatorios de movimiento regular (excelente para aquellos que, en trabajo inteligente, ni siquiera cuentes con la pausa para el café con los compañeros).
¿Adiós escritorio de pie? Mano. Hacia un nuevo equilibrio
La clave no es eliminar por completo el sedentarismo, sino encontrar un equilibrio dinámico. Pequeñas acciones cotidianas como subir las escaleras, caminar hacia un colega en lugar de enviar un correo electrónico o ponerse de pie durante una llamada telefónica pueden marcar la diferencia. Me parece especialmente útil la idea de poner un cronómetro cada 30 minutos para recordarnos que debemos movernos, ayudándonos a romper largos periodos de inmovilidad, ya sea de pie o sentados. Es una forma sencilla pero eficaz de cuidar nuestra salud.
El mensaje final es claro: no es tan importante si estamos de pie o sentados, sino cuánto nos movemos durante el día. El escritorio de pie pueden ser una herramienta útil, pero no son la solución permanente que muchos esperaban. De hecho, pueden ser un problema nuevo.