El transporte urbano está a punto de sufrir otro pequeño shock gracias a la llegada de Rueda uno, un innovador sistema de esquí eléctrico diseñado por la startup parisina Skwheel. Estos dispositivos que prometen transformar las calles de la ciudad en pistas están equipados con motores de 600 vatios para cada esquí y ruedas neumáticas aptas para todo tipo de terreno.
Diseño futurista y tecnología de vanguardia: ¿una nueva y emocionante forma para que los entusiastas de los deportes de invierno disfruten de su pasión? ¿O un desafío a los límites del transporte urbano?
Skwheel One y el arte del esquí urbano
La idea detrás de Skwheel One es simple pero interesante: transformar cada camino en un descenso alpino. ¿Qué puede ir mal? Cada esquí ofrece una potencia combinada de 2,400 vatios, equilibrada por una construcción compuesta de carbono, luces delanteras y traseras y correas estilo snowboard para mayor seguridad.
Pueden alcanzar una impresionante velocidad de 80 km/h en terrenos privados y están limitados electrónicamente a 25 km/h para un uso seguro en la ciudad. La capacidad de estos esquís eléctricos para recorrer diferentes terrenos, tanto dentro como fuera de la carretera, es posible gracias a las ruedas neumáticas todoterreno.
Seguridad y practicidad: dos aspectos fundamentales
La seguridad es una prioridad para Skwheel One, como lo demuestra el sistema de frenado electrónico y el freno de emergencia mecánico. También se ha pensado en la practicidad: los mandos a distancia inalámbricos no sólo controlan la aceleración y el frenado, sino que también permiten conectar los esquís entre sí, transformándolos en una maleta con ruedas fácil de transportar.
La ligereza total de 12.5 kg y la autonomía de aproximadamente 30 km por carga hacen del Skwheel One un compañero de viaje ideal para aventuras urbanas.
Recaudación de fondos
La naturaleza singular y sui generis de Skwheel One encaja perfectamente con una campaña de recaudación de fondos. La plataforma de financiación colectiva Indiegogo casa una promesa minorista de $2625, pero disponible para patrocinadores con una promesa de $1750.
El entusiasmo que rodea este proyecto es palpable, pero en Europa los "vientos" para diversas herramientas de micromovilidad van en contra. Entre las prohibiciones francesas de scooters y los polacos italianos, la vanguardia reguladora se muestra decididamente hostil.
Es poco probable que estos acuerdos se conviertan en una tendencia. Tal vez esos zapatos Tienen más posibilidades.