Las hormigas se encuentran entre los organismos más antiguos y complejos de nuestro planeta. Su capacidad para construir nidos intrincados ha fascinado a los científicos durante años. Una investigación reciente de la UCLA exploró cómo las hormigas construyen sus nidos y descubrió que estas estructuras podrían ofrecer información valiosa para reducir el tráfico en las redes de transporte humano.
Como suele suceder (gracias, biomimetismo), puede que vuelva a ser el momento de mirar debajo de nuestros pies y aprender de las hormigas.
La investigación detrás del descubrimiento.
En el estudio, publicado en Transacciones filosóficas de la Royal Society (lo enlazo aqui), los investigadores analizaron información de dos fuentes: detalles sobre 397 nidos de hormigas a partir de datos e imágenes publicados anteriormente, y nuevos estudios sobre 42 nidos adicionales, todos ubicados en la Reserva Biológica Archbold cerca de Venus, Florida. En total, los 439 nidos representaban 31 especies diferentes de hormigas.
El equipo de biólogos de la UCLA llevó a cabo una investigación en profundidad sobre cómo las hormigas construyen sus nidos. La pregunta clave era si la construcción de nidos estaba más influenciada por la historia evolutiva de cada especie o por las condiciones ecológicas actuales. Sorprendentemente, descubrieron que la evolución no podía explicar las variaciones observadas entre los nidos de diferentes especies.
Más bien, son los entornos en los que las hormigas buscan alimento y cómo transportan los alimentos son los principales factores que determinan cómo cada especie construye sus nidos.
Las implicaciones para el diseño urbano y los “planes de tráfico”
La lección para nosotros los humanos es clara: si las carreteras se adaptaran mejor a la forma en que se mueven las mercancías y las personas en nuestras ciudades, las redes de transporte no tendrían tráfico, o mucho menos. En otras palabras, podrían ser más eficientes. Esto podría significar, por ejemplo, que la congestión en ciertas carreteras podría reducirse si hubiera carriles o caminos exclusivos para los vehículos que viajan hacia y desde los principales centros logísticos, como puertos, almacenes y centros de distribución.
Hormigas y desafíos urbanos
"Las hormigas enfrentan los mismos desafíos que nosotros cuando vivimos en espacios abarrotados", dice Sean O'Fallon, primer autor del estudio. Idealmente, la densidad en la que vivimos en las ciudades debería reflejarse en una conectividad densa, pero existen límites en cuanto a qué tan cerca podemos estar unos de otros, dada la disponibilidad limitada de espacio para construir edificios y carreteras.
En resumen, las hormigas pueden tener la clave para resolver algunos de los problemas más complejos de la ingeniería y la ingeniería. diseño urbano. Después de todo, la naturaleza ha tenido miles de millones de años para perfeccionar sus soluciones.