La increíble ciudad de Pompeya, extraordinariamente conservada "bajo las cenizas" durante milenios, no ha dejado de sorprendernos. Sin embargo, junto a los hallazgos intactos, no es raro encontrar fragmentos de otras obras: a menudo muy difíciles de catalogar o incluso volver a armar.
Ahora los arqueólogos de Pompeya podrán contar con un aliado más: un robot dotado de inteligencia artificial. Esta innovadora tecnología llamada RePAIR podría revolucionar la fase más larga y frustrante de los estudios arqueológicos: la reconstrucción física de obras de arte destruidas.
Resuelve "rompecabezas" complejos de historia
El proyecto, comenzó en 2021 y financiado en parte por la Unión Europea, tiene como objetivo ayudar a los arqueólogos en la reconstrucción de hallazgos y artefactos destruidos, y ahora está brindando los primeros resultados importantes. La tecnología RePAIR puede examinar las muchas piezas de un jarrón romano antiguo y determinar cómo encajan entre sí. A continuación, un par de brazos robóticos los uniría.


Uno de los primeros objetivos del proyecto es la reconstrucción de dos frescos de Pompeya que datan de hace unos 2000 años: uno en la Casa dei Pittori al Lavoro en la Insula degli Amanti Casti, el otro en la Schola Armaturarum.
Como muchos otros artefactos desenterrados durante las excavaciones del sitio de Pompeya, miles de fragmentos de frescos se conservan bajo capas de ceniza volcánica. Fragmentos prácticamente imposibles de volver a montar para un ser humano, y por ello llevan años atrapados en un almacén a las afueras de Pompeya.
Devolver los hallazgos a la vida con total autonomía
Si todo sale según lo planeado, el robot RePAIR podrá manejar todo el proceso por sí solo, desde el escaneo hasta el ensamblaje. Si es necesario, también presentará resultados intermedios, para permitir a los arqueólogos supervisar el trabajo.
"Siempre", dice un cofundador de RePAIR (Ohad Ben-Shahar del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Ben-Gurion), "hemos construido máquinas para ayudarnos. Hoy, las personas ayudarán a las máquinas autónomas".
Del pasado, nuevas fronteras para los museos y sitios arqueológicos del futuro.