Según el Instituto de Geociencias de la Universidad Goethe de Frankfurt, la zona de transición entre los mantos superior e inferior de la Tierra contiene cantidades significativas de agua.
El estudio
En un estudio recién presentado en Nature (aquí lo tienes), los investigadores analizaron un diamante raro formado a 660 kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra, utilizando técnicas como la espectroscopia Raman y la espectrometría FTIR.
Los hallazgos confirman una teoría de larga data de que, acompañando a las placas tectónicas en subducción, el agua del océano ingresa a la zona de transición bajo tierra. Esto significa, en resumen, que el ciclo del agua de nuestro planeta también incluye el interior de la Tierra.
La zona de transición
"Zona de transición" es el nombre que se le da a la capa límite que separa el manto superior de la Tierra del inferior. Se encuentra a una profundidad de entre 410 y 660 kilómetros.
La inmensa presión de la zona de transición, de hasta 23.000 bar, provoca que el mineral olivino, que constituye alrededor del 70% del manto superior de la Tierra, altere su estructura cristalina. En el límite superior de la zona de transición, a unos 410 kilómetros bajo tierra, se convierte en wadsleyita (más densa); a los 520 kilómetros se convierte en ringwoodita (aún más densa).
La wadsleyita y la ringwoodita pueden (a diferencia de la olivina que se encuentra a menor profundidad) almacenar grandes cantidades de agua, hasta el punto de que la zona de transición teóricamente podría absorber seis veces la cantidad de agua presente en nuestro océanos. Y ahora tenemos la confirmación de que lo está haciendo, aún no sabemos hasta qué punto.

Océanos subterráneos
El diamante estudiado en Frankfurt se formó, como se mencionó, a una profundidad de 660 kilómetros: justo entre la zona de transición y el manto inferior, donde la ringwoodita es el mineral predominante.
Y los componentes de ringwoodita dentro de la piedra tienen un alto contenido de agua. "Con este estudio", dice franco brenker, autor principal, "hemos demostrado que la zona de transición no es una esponja seca, sino que contiene cantidades significativas de agua".
“Esto nos acerca un paso más a la idea de Julio Verne de un océano dentro de la Tierra”, dice el investigador.
Con la diferencia de que allí abajo habría un "océano" de roca empapada de agua, y el Nautilus subterráneo tendría algunos problemas para cruzarlo.