La visión y percepción de la realidad externa deben gran parte de su funcionalidad a alumno.
Para identificarlos basta con mirar la parte más pequeña del ojo, el círculo que se esconde en el iris y que cambia de tamaño cada hora.
Según la ciencia, los alumnos pueden volverse más o menos grandes dependiendo de la iluminación exterior. Cuanta más luz hay en la habitación, más pequeña y diminuta es la pupila; por otro lado, cuando el espacio está mal iluminado, la pupila se dilata.
Últimamente, un estudio dedicado a la visión ha demostrado que los alumnos también cambian de tamaño en función de la número de objetos que observamos.
A 16 participantes diferentes se les mostraron dos imágenes que contenían una serie de puntos. En el primero, los puntos estaban separados entre sí, mientras que en el segundo estaban conectados, creando la ilusión de que había menos objetos.
A partir de los resultados obtenidos, el tamaño de la pupila disminuye significativamente al observar la segunda imagen.
¿Que pasó?
La costura hizo que disminuyera el número de objetos percibidos. El número de puntos no ha cambiado, pero la forma en que el ojo los observa y los considera sí ha cambiado.
El tamaño de las pupilas ha cambiado en relación con el número de objetos en la escena. El ojo decidió voluntariamente reducir su concentración porque había menos objetos.
Todo esto parecería demostrar la existencia de una relación entre la percepción visual y la información numérica.
En otras palabras, nuestro ojo es inherentemente capaz de capturar la cantidad de objetos observables e iniciar una "categorización". Los científicos creen que esta capacidad está estrechamente relacionada con el espíritu de supervivencia de la persona.
Para sobrevivir, los humanos necesitan mantener la situación bajo control y analizar todos los objetos en su campo de visión. A medida que el número disminuye, el tamaño de la pupila también disminuye.
Una nueva habilidad para los alumnos
Según la neurocientífica Elisa Castaldi, jefa del estudio, “Este resultado muestra que la información numérica está intrínsecamente relacionada con la percepción”.
Información que puede parecer "inútil", pero que resulta increíblemente útil para los medicina.
El doctor dio el ejemplo de discalculia (disfunción en el aprendizaje de las matemáticas), indicando que el conocimiento de esta nueva capacidad del alumno podría ayudar a los médicos a identificar dificultades incluso en niños muy pequeños.
Un cambio importante que debe considerarse con la debida atención. El mundo de la ciencia sigue dando pequeños pasos hacia adelante que, con el tiempo, podrían cambiar la vida de las personas.
La capacidad de sopesar números proviene directamente de la infancia, si no del nacimiento. Cuando los bebés abren los ojos por primera vez, ya pueden saber cuántos objetos hay dentro de su campo de visión.
Las pupilas se dilatan y encogen en consecuencia, haciéndose más pequeñas a medida que disminuye el número de objetivos.
La percepción de la realidad cambia con el tiempo y con el crecimiento, pero la habilidad especial de los alumnos para registrar inmediatamente el número de personas / cosas presentes en el espacio no cambia.
Investigaciones y conocimientos previos
Antes del estudio de la Dra. Elisa Castaldi, se realizaron varios otros la investigación en las pupilas. Los médicos han llegado a demostrar que su tamaño cambia no solo según los objetos visibles, sino también según:
- el tamaño de los objetos
- del contexto en el que se sumergen los objetos
- condiciones de luz
- la presencia de posibles ilusiones visuales que involucran brillo
Muchos investigadores están tratando de responder por qué el cerebro envía señales específicas a los alumnos basándose en condiciones externas. Sin embargo, todavía queda mucha investigación por hacer y muchas cosas por descubrir.
Nuestros ojos parecen ser más sensibles al número de objetos que estamos mirando más que a cómo están espaciados o dispuestos, que es otra reacción que se puede analizar en estudios futuros.
En los próximos años, es probable que recibamos nueva información y nuevos detalles sobre el tema. Hasta entonces, es recomendable esperar y seguir informándose, para estar siempre preparado para recibir el futuro.
Investigación fue publicado en Nature Communications.