En la idea del progreso futuro y común, tendemos a fantasear con el concepto de "ciudad inteligente". Un mundo donde todo estará conectado a través de Internet, donde los coches volarán y los edificios tendrán formas particularmente esbeltas y de ciencia ficción.
Sin embargo, es más difícil imaginar cómo evolucionarán los entornos específicos de nuestra vida diaria. Por ejemplo, las gasolineras, tan abandonadas pero también tan necesarias, dada su función dentro de nuestra vida cotidiana.
En los últimos años se ha producido el lanzamiento al mercado de coches eléctricos. También visto el complicada situación ambiental En términos de contaminación, parece casi obvio que las estaciones de servicio y repostaje podrán evolucionar hasta convertirse en enormes estaciones de carga eléctrica.
Diferentes tiempos, diferentes espacios
Como imaginarás, es necesario hacer algunas reflexiones. A diferencia del repostaje clásico con una bomba de gasolina típica del motor de combustión, en el caso de un motor eléctrico el proceso de recarga no es inmediato (al menos no ancora). La carga de la batería del automóvil, en determinadas condiciones, puede tardar hasta una noche entera.
Por ello, ingenieros y arquitectos del sector han pensado en una revolución de las estaciones de servicio. En sus ideas deben ante todo ser lugares de sociabilidad y ofrecer una gran variedad de servicios. En resumen, permitirán que quienes vayan allí inviertan su tiempo en diversas actividades mientras esperan la recarga del vehículo.
Una especie de oasis tecnológico
Las gasolineras del futuro podrían convertirse en instalaciones con mucha más comodidad. Grandes espacios verdes, gimnasios, hoteles, restaurantes, áreas dedicadas al trabajo y al relax.
Además, las estaciones de servicio deberán poder dar servicio incluso a las nuevas tecnologías que aún no han experimentado un despliegue generalizado. El ejemplo más llamativo es el de autos sin conductor: Los servicios de mantenimiento y limpieza serán fundamentales para garantizar un tratamiento ad hoc de estos vehículos.
Estaciones de servicio: ¿en tierra y en el cielo?
Lo mismo ocurre con los vehículos aéreos como los drones, que deben tener, además de los servicios ya mencionados, plataformas de aterrizaje dedicadas.
Finalmente, desde el punto de vista del impacto ambiental, las estaciones de servicio del futuro deben ser lo más ecológicas posible.
La idea es hacer autosostenible el consumo mediante el uso de generadores de energía renovable, sistemas fotovoltaicos y aerogeneradores, y quizás vender la energía sobrante producida como servicio a los usuarios de la estación.
Otro ejemplo de sostenibilidad lo dará el servicio de lavado de autos, que podrá hacer uso de un sistema de recolección de agua de lluvia en lugar de usar agua potable.
La vanguardia alemana en gasolineras
Desde estos puntos de vista, Alemania es uno de los estados de los que más ejemplo puede tomarse, dada la presencia en su territorio, ya hoy, de algunas estaciones de servicio eco-sostenibles, como Estación de servicio PM en Geilenkirchen. Produce por sí mismo la energía para la iluminación y la calefacción, y está completamente libre de aguas residuales (recoge el agua de lluvia y recicla / purifica la de lavado).
Teniendo en cuenta también los proyectos de nueva generación relacionados con la instalación, en grandes autopistas, de líneas de carga por inducción para coches eléctricos bajo la calzada, podemos imaginar, por tanto, en un futuro no muy lejano, que las estaciones de servicio adquirirán un valor totalmente diferente en la vida diaria de las personas.
Pasarán de un simple paso necesario antes de poner en marcha a ser un entorno vital y social de 360 °, en el que la recarga de vehículos es solo uno de los muchos servicios que se ofrecen al consumidor.