Cómo sería vivir en la luna o en Marte? Si bien puede parecer una idea inconcebible para muchos en las próximas décadas, es una hipótesis en la que la NASA ha estado pensando durante algún tiempo.
La próxima misión lunar planeada por la NASA todavía está programada para 2024, y los investigadores de Stanhopeno se centraron en un factor clave: el de la energía. En particular, el problema es alimentar a los asentamientos en la superficie lunar, y mañana a los de planetas más distantes. Y aquí es donde entra la energía nuclear para la Luna y Marte.
Parece cada vez más probable, de hecho, que los reactores nucleares estén destinados a desempeñar este papel, como reportado recientemente por Chemical & Engineering News, revista de la American Chemical Society.
Establecer un asentamiento en la Luna o Marte no es una tarea fácil. Para empezar, la fuente de energía debe ser transportable de manera segura desde la Tierra a la Luna (y a Marte) y una vez allí debe ser capaz de soportar condiciones climáticas adversas.
Solar y nuclear "clásico"? No es practicable
La energía solar no sería una opción: la miríada de cráteres oscuros de la Luna y las llanuras polvorientas de Marte no ofrecerían suficiente luz. Otra opción no rentable serían los dispositivos nucleares que funcionan con la descomposición del plutonio-238. Para ser claros, los utilizados para impulsar naves espaciales desde la década de 60.
Los reactores de fisión nuclear que dividen los átomos de uranio-235 utilizados por las centrales eléctricas pueden ser bastante fuertes.
Tal reactor podría proporcionar energía confiable para un pequeño asentamiento espacial durante algunos años, según los investigadores.
Los investigadores explican que el uranio se puede transportar de forma segura al espacio. Las partículas alfa emitidas por el núcleo son débiles y se pueden contener sin demasiados problemas.
Se han vuelto a activar los esfuerzos para encontrar fuentes de energía adecuadas para estos asentamientos. Es un soplo de aire fresco después de una crisis de financiación y muchos contratiempos de planificación.
Los primeros intentos
Se remontan a principios de 2010. Ese año, un equipo de científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos, la NASA y el Departamento de Energía de los Estados Unidos intentó desarrollar un nuevo sistema de fisión nuclear para producir 10 kilovatios de energía. Para generar calor a través de la fisión nuclear, el reactor tenía un núcleo con molibdeno y uranio altamente enriquecidos. La reacción se convirtió en electricidad con motores de pistón. El resultado final generó 5 kilovatios de electricidad, la mitad de lo esperado.
El prototipo se probó 8 años después, en 2018. Después de dos años, el equipo de la NASA ahora espera perfeccionarlo para obtener los 10 kilovatios planeados originalmente.