El consultor de McKinsey mira la pantalla de su portátil. Acaba de terminar una presentación de cuarenta diapositivas sobre tendencias del comercio minorista. Le tomó tres días. ClaudeMientras tanto, ha creado uno idéntico en veinte minutos. Mejor que el suyo. Más preciso, más detallado, con gráficos que ni siquiera podía imaginar. El chico se levanta de su escritorio, se estira y de repente se da cuenta de algo simple pero aterrador: de un momento a otro, ya no será necesario. Ya no será necesario, su puesto ya no será necesario, su profesión entera ya no será necesaria. Está sucediendo. Lo que durante décadas ha sido el sueño húmedo de cualquiera que haya soportado una reunión sin sentido: La clase directiva profesional está implosionandoNo por una crisis económica ni por una reestructuración empresarial. Por algo más simple e implacable: la inteligencia artificial empieza a demostrar que una máquina puede hacer mejor la mayor parte de lo que hacen los directivos.
Il Encuesta global de McKinsey 2025 cuenta una historia brutal: la El 92% de las empresas aumentarán sus inversiones en IA en los próximos tres años, pero sólo el 1% ha alcanzado la “madurez” en su implementación.
Traducido: estamos asistiendo a una carrera armamentista tecnológica que eliminará sistemáticamente a quienes eran responsables de coordinar en lugar de producir.
Gerente, el fin de un sistema
Durante setenta años, Estados Unidos ha construido el sistema más sofisticado de gestión profesional de la historia. Harvard Business School, consultoría estratégica, maestrías en administración de empresas de medio millón de dólares: toda una industria dedicada a formar personas que supieran gestionar sin saber cómo hacerlo. El truco funcionó mientras gestionar la información era más complejo que producirla.
Hoy en día, un algoritmo de aprendizaje automático puede analizar datos del mercado, identificar tendencias, crear estrategias de desarrollo y presentarlas en formato ejecutivo en menos tiempo del que le toma a un gerente abrir PowerPoint. El problema no es que la IA sea buena: es que hemos descubierto lo simple que era aquello que pensábamos que era complejo.
Secondo Investigación de IBM 2025, El 67% de los directores ejecutivos afirma que la diferenciación competitiva depende de competencias específicas, no de habilidades gerenciales generales.Traducido: necesitamos personas que sepan programar, diseñar, analizar datos y crear productos. Ya no necesitamos personas que sepan coordinarlos.
De la coordinación a la construcción
Silicon Valley fue el primero en comprender esto. Y Combinator Nunca ha formado gerentes: siempre se ha centrado en quienes construyen cosas. Ahora el resto del mundo está siguiendo su ejemplo, pero no por decisión propia. En ciertos campos, la inteligencia artificial ha hecho que la experiencia técnica sea la única ventaja competitiva duradera.
Un ingeniero con acceso a Copiloto de GitHub puede desarrollar aplicaciones que antes requerían equipos enteros. Un diseñador con Midjourney o Nano Banana puede crear campañas publicitarias completas sin un director de arte. Un analista con ChatGPT Puede producir informes que reemplacen divisiones enteras de consultoría estratégica.
La paradoja es perfecta: La tecnología más avanzada de la historia premia las habilidades más concretasMientras los gerentes se preocupaban por optimizar los procesos, la IA estaba… optimizando a los gerentes.
Italia entre el miedo y la oportunidad
Italia también está viviendo esta transformación, aunque con su habitual mezcla de retraso e intuición. Estrategia italiana para la inteligencia artificial 2024-2026 AgID prevé inversiones masivas, pero Italia sigue estando al final del ranking europeo de startups de IA.:0,68 por millón de habitantes, frente a 2,05 en Francia.
Sin embargo, algo interesante está sucediendo en las pymes italianas. Según Confindustria, Más de 240 casos de uso de inteligencia artificial ya están activos en 70 empresas italianasLas pequeñas empresas que no pueden permitirse capas de gestión complejas están pasando directamente a la automatización inteligente.
Un poco como los países en desarrollo que se cambiaron directamente a la telefonía móvil sin construir líneas fijas. Italia podría obviar la era del gerente profesional al estilo estadounidense y pasar directamente al modelo posgerencial.
Directivos, resistencia y transformación
No todo el mundo está mirando. Microsoft Transformó su fuerza laboral creando “agentes de IA” que trabajan junto a los empleados en lugar de reemplazar a los gerentes. Su programa interno involucró a 10.000 “campeones copilotos” que están redefiniendo los flujos de trabajo desde abajo hacia arriba.
Pero es una estrategia de transición, no una solución permanente. Como explica BCG en su IA en el trabajo 2025, Los empleados de empresas que están atravesando una transformación completa hacia la IA están más preocupados por la seguridad laboral (46%) que aquellos de empresas menos avanzadas (34%).Y los directivos tienen más miedo que los trabajadores: 43% frente a 36%.
Tienen razón en tener miedo. No porque la IA sea mala, sino porque... Hizo visible lo que siempre había sido cierto: gran parte de la gestión agrega complejidad en lugar de valor..
Los datos más significativos: de acuerdo con el Foro Económico MundialPara 2028, la IA creará 69 millones de nuevos empleos a nivel mundial. Sin embargo, estos serán puestos técnicos y especializados, orientados a generar valor medible, no puestos directivos.
Lo que queda
No es el fin del trabajo. Es el fin de un tipo específico de trabajo: el que convierte la experiencia en estatus en lugar de producir resultados. Las nuevas élites ya no se formarán en la Escuela de Negocios de Harvard, sino contribuyendo a proyectos de código abierto y creando startups.que sobrevivan, ojalá), resolviendo problemas del mundo real con herramientas cada vez más potentes.
La inteligencia artificial no odia a los gerentes. Simplemente... el no lo necesitaCoordinar mejor, analizar más rápido, tomar decisiones basadas en datos en lugar de en políticas de la empresa. Y eso lo cambia todo.
Érase una vez una clase dirigente. Ahora hay quienes saben construir el futuro y quienes aún intentan coordinarlo. Adivina quién ganará.