¿Qué tienen en común un ratón que socializa con sus compañeros y un agente de IA que aprende a interactuar? Mucho más de lo que imaginábamos. Un estudio de la UCLA. recién publicado en Nature Ha revelado un descubrimiento que podría reescribir nuestra comprensión de la sociabilidad: los cerebros biológicos y los sistemas de inteligencia artificial desarrollan mecanismos neuronales casi idénticos durante las interacciones con otros sujetos, sean biológicos o no. Weizhe Hong Su equipo monitorizó neuronas específicas en la corteza prefrontal dorsal de ratones, identificando «espacios neuronales compartidos» que se sincronizan entre individuos. Los mismos patrones surgen espontáneamente en la IA social entrenada.
Cuando la biología se encuentra con la inteligencia artificial
Esta investigación representa el primer estudio a nivel mundial que compara directamente cómo los cerebros biológicos y los sistemas de inteligencia artificial procesan la información social. El equipo multidisciplinario de la UCLA empleó técnicas avanzadas de neuroimagen para registrar la actividad de neuronas molecularmente definidas en la corteza prefrontal dorsal de ratones durante las interacciones sociales.
Los investigadores han desarrollado un novedoso marco computacional para identificar «espacios neuronales compartidos» y «espacios neuronales únicos» entre individuos que interactúan. Al aplicar este mismo marco a agentes de IA social, surgieron patrones neuronales sorprendentemente similares. Como explica Hong: “Este descubrimiento cambia fundamentalmente la forma en que pensamos sobre el comportamiento en todos los sistemas inteligentes”.
¿Lo más fascinante? Los ratones sirven como un modelo importante para comprender la función cerebral de los mamíferos, ya que comparten mecanismos neuronales fundamentales con los humanos, en particular en las regiones cerebrales implicadas en el comportamiento.
Las neuronas GABAérgicas son las directoras de la IA social
El hallazgo más sorprendente se refiere a las neuronas GABAérgicas: estas células cerebrales inhibidoras que regulan la actividad neuronal muestran espacios neuronales compartidos significativamente más grandes que las neuronas glutamatérgicas, las células excitadoras primarias del cerebro.
Esta representa la primera investigación sobre la dinámica neuronal intercerebral en tipos celulares definidos molecularmente, revelando diferencias previamente desconocidas en cómo tipos específicos de neuronas contribuyen a la sincronización social. Las neuronas GABAérgicas parecen ser las verdaderas orquestadoras de la sociabilidad, tanto biológica como artificial.
Cuando los investigadores aplicaron perturbaciones selectivas a estos componentes neuronales compartidos en sistemas artificiales, los comportamientos sociales se redujeron sustancialmente. Esto proporciona la primera evidencia directa de que los patrones neuronales sincronizados impulsan causalmente las interacciones sociales en la IA social.
Espacios neuronales: el mapa secreto de la sociabilidad
La actividad neuronal en ambos sistemas se puede dividir en dos componentes distintos: un “espacio neuronal compartido” que contiene patrones sincronizados entre entidades que interactúan y un “espacio neuronal único” que contiene la actividad específica de cada individuo.
La dinámica neuronal compartida no refleja simplemente comportamientos coordinados entre individuos, sino que surge de la representación de las acciones conductuales únicas de cada individuo durante la interacción social. Es como si los cerebros biológicos y la IA social desarrollaran un lenguaje común para decodificar y responder a las señales sociales.
La investigación utilizada técnicas avanzadas de neuroimagen para capturar estos mecanismos en tiempo real, revelando que la sincronización neuronal es un fenómeno activo y dinámico, no una simple coincidencia.

Perspectivas terapéuticas para el futuro
Las implicaciones son enormes para la comprensión de trastornos sociales como el autismo y para el desarrollo de sistemas de IA con conciencia social. El equipo de la UCLA planea seguir investigando la dinámica neuronal compartida en interacciones sociales diversas y potencialmente más complejas.
El objetivo es explorar cómo las alteraciones en el espacio neuronal compartido podrían contribuir a los trastornos sociales y si las intervenciones terapéuticas podrían restaurar patrones saludables de sincronización intercerebral. El marco de IA podría servir como plataforma para probar hipótesis sobre mecanismos neuronales sociales que son difíciles de examinar directamente en sistemas biológicos.
Como señalan otros estudios recientes, La integración entre la neurociencia y la IA está abriendo nuevas fronteras en la comprensión de la inteligencia.
Hacia una IA más humana
Esta investigación llega en un momento crucial en el que los sistemas de IA se integran cada vez más en contextos sociales. Comprender la dinámica neuronal social se vuelve esencial para el progreso científico y tecnológico.
El equipo también busca desarrollar métodos para entrenar IA con inteligencia social. Este hallazgo sugiere que hemos identificado un principio fundamental de cómo cualquier sistema inteligente (biológico o artificial) procesa la información social. Las implicaciones son significativas tanto para comprender los trastornos sociales humanos como para desarrollar una IA capaz de comprender y participar plenamente en las interacciones sociales.
La sociabilidad, en resumen, no es prerrogativa exclusiva de los cerebros biológicos. Es un lenguaje universal de inteligencia, arraigado en los mismos mecanismos neuronales tanto en ratones como en la IA social. Un puente sorprendente entre mundos que creíamos separados.