A menudo pienso que el verdadero genio reside en hacer que lo ordinario sea extraordinario. ¿Y qué es más común que el hilo dental? Sin embargo, en manos de los investigadores de la Universidad TuftsEsta humilde herramienta de higiene bucal se ha transformado en un sofisticado dispositivo médico. Un sensor que puede medir con precisión los niveles de cortisol en tu saliva mientras te cepillas los dientes. Irónicamente, el mismo objeto que utilizas para eliminar los restos de comida ahora puede eliminar la incertidumbre sobre cuánto estrés estás acumulando. Es como descubrir que tu cafetera también puede predecir el tiempo: inesperado, pero tremendamente útil.
Cómo funciona este pequeño prodigio
El dispositivo creado por investigadores de la Universidad Tufts Es una pieza de ingeniería inteligente. Es un hilo dental normal equipado con un filamento especial que contiene pelos microfinos. Al utilizarlo, este cable recoge la saliva y la transporta a un pequeño sensor electroquímico integrado en el mango.
Para crear este sensor, los investigadores desarrollaron algo llamado “polímero electropolimerizado de impresión molecular” (eMIP). ¿En términos simples? Presionaron moléculas de cortisol en un sustrato y luego las retiraron, dejando una huella. Cuando la saliva llega a esta huella a través del cable, las moléculas de cortisol presentes se acumulan en las cavidades vacías que quedan, encajándose como un rompecabezas y generando una señal que se envía a un dispositivo móvil.
Cuanto más moléculas recojas, más fuerte será la señal: aquí tienes tu nivel de estrés medido en tiempo real, mientras haces algo que (espero que para ti) haces todos los días de todos modos.
Un hilo dental monstruosamente preciso
No es un juguete tecnológico sospechoso. En pruebas, se ha demostrado que este hilo dental es tan eficaz como uno de los estándares de oro para las pruebas de cortisol: la prueba ELISA de saliva. Según los investigadores, es uno de los mejores identificadores de cortisol jamás descritos. El análisis tarda unos 10 minutos. una cantidad de tiempo razonable considerando que no tienes que ir a ningún laboratorio. Básicamente, tienes un laboratorio de pruebas en tu baño, integrado en algo que utilizarías de todos modos. El estudio, si quieres saber más, fue publicado en la revista Materiales e interfaces aplicados de ACS.

Por qué es importante medir el cortisol
El cortisol es la hormona del estrés producida por las glándulas suprarrenales. Sus niveles normales son esenciales para regular múltiples funciones biológicas, pero cuando están crónicamente elevados pueden estar relacionados con diversos problemas: aumento de peso, resistencia a la insulina e incluso un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
El estrés crónico es una de las fuerzas biológicamente más disruptivas de la vida moderna. Puede despertar nuestro cerebro 100 veces por noche, duplicar nuestro riesgo de desarrollar Alzheimer y provocar una inflamación descontrolada. Por este motivo, los investigadores llevan mucho tiempo buscando un sensor rápido para medirlo (aquí Un estudio del pasado mes de septiembre). Y ahora parece que finalmente lo han desarrollado.
Un hilo dental directo al futuro
Ya existen pruebas para medir el cortisol, por supuesto, pero requieren recolectar muestras de sangre u orina y enviarlas a un laboratorio. Con Smart Floss, puedes controlar fácilmente tus niveles de cortisol y, si notas que aumentan, puedes tomar medidas para reducirlos mediante cambios en la dieta o el estilo de vida. Los investigadores creen que en el futuro este dispositivo podría modificarse para detectar otros biomarcadores en la saliva, lo que hace que las pruebas de salud en el hogar sean parte de una actividad que muchos (deberían) ya hacen a diario. Sí, porque este hilo dental inteligente podría ser sólo el comienzo. Los expertos de la American Chemical Society. Creen que la tecnología podría adaptarse para detectar otros marcadores de salud en la saliva, convirtiendo un gesto de higiene diario en un chequeo médico integral.
No sé qué piensen ustedes, pero a mí me parece fascinante cómo la ciencia puede tomar algo tan cotidiano como el hilo dental y convertirlo en una herramienta para mejorar nuestra salud mental. Es una prueba de que la innovación no tiene que ser compleja para ser revolucionaria. A veces, las mejores soluciones están frente a nosotros: o en este caso, entre nuestros dientes.