Catorce días y medio de oscuridad total: esto es lo que tienen que afrontar los astronautas durante la noche lunar. ¿Paneles solares? Inútil. ¿Las pilas? Se agotan rápidamente. Pero China y Rusia han encontrado una solución audaz: llevar la energía nuclear lunar directamente a la superficie de nuestro satélite.
El proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar Se imagina un reactor construido enteramente por un pequeño equipo de robots trabajadores, sin presencia humana. Éste no es el guión del próximo James Bond: es todo verdad.
Un acuerdo que cambia las reglas del juego espacial
China y Rusia han firmado un memorando oficial para construir un reactor nuclear automatizado en la Luna en 2035, destinado a alimentar la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS). Yuri BorisovEl director general de Roscosmos confirmó hace dos semanas que el proyecto está “casi resuelto” desde el punto de vista técnico, con la única excepción del sistema de refrigeración (no diría que es poca cosa).
Como hemos destacado en este artículo, esta colaboración representa una respuesta directa al programa Energía superficial de fisión de la NASA, pero con una diferencia sustancial: mientras los americanos todavía hablan de prototipos, Moscú y Pekín ya han fijado fechas concretas.
La tecnología detrás de la energía nuclear lunar
El reactor, como se ha mencionado, se instalará a través de sistemas totalmente robóticos, sin ninguna intervención humana directa en la superficie lunar. La construcción ocurrirá entre 2033 y 2035, con un sistema diseñado para funcionar de forma autónoma durante al menos diez años.
La elección de los nuclear lunar No es casualidad: durante la noche lunar tecnologías de almacenamiento actuales no son suficientes para garantizar energía continua durante períodos tan largos, lo que hace de la energía atómica la única solución viable para una presencia humana permanente.

Lunar Nuclear, la alianza internacional que preocupa a Washington (y no sólo a él)
Hay 17 países que ya se han unido al proyecto ILRS, incluidos Egipto, Pakistán, Venezuela, Tailandia e Sudáfrica. este consenso internacional representa un desafío directo a la hegemonía estadounidense en el espacio, especialmente considerando que la NASA tiene recientemente pospuesto el regreso a la luna en el 2027.
wu weiren, diseñador jefe de la misión lunar de China, acusó a Estados Unidos de “interferir en los intentos de Beijing de cooperar con Europa y otros socios extranjeros”. Una declaración que revela las tensiones geopolíticas detrás de esta carrera nuclear lunar. Por otra parte, nos lo hemos dicho varias veces: es La nueva (esperemos) guerra fríabebe
Cuando la Luna se convierte en un campo de batalla energético
El proyecto ruso-chino también incluye el desarrollo de “remolcadores espaciales” de propulsión nuclear, enormes estructuras capaces de transportar carga entre órbitas y recoger desechos espaciales. Borisov las llamó “estructuras ciclópeas” equipadas con reactores nucleares y turbinas de alta potencia.
Si la NASA continúa Desarrollar su programa de energía de superficie de fisión Con reactores de 40 kilovatios, el proyecto chino-ruso apunta más alto, con sistemas diseñados para alimentar bases lunares permanentes enteras.
Veremos si las declaraciones serán seguidas de hechos concretos, pero mientras tanto el desafío está lanzado: la Luna se está convirtiendo en el nuevo escenario de competición global, donde la energía nuclear lunar representa la clave para el control de nuestro satélite. Y esta vez, parece que Occidente simplemente está mirando un juego que otros ya están jugando.