Toma el material más raro de la Tierra, ponlo en la Luna en abundancia, dale a alguien la idea de ir a buscarlo y ya lo tienes. entreluna. La empresa de Seattle acaba de mostrar sus claras intenciones: extraer helio-3 del suelo lunar y traerlo de vuelta a nuestro planeta.
Piense en una retroexcavadora que devora toneladas de tierra lunar, extrae el preciado isótopo y arroja el resto, todo en un movimiento continuo. ¿Suena como una locura? No para aquellos que ya firmaron contratos millonarios para recibir las primeras entregas en 2029.
Interlune, un prototipo que come regolito
El triple anuncio de Interlune finalmente revela las cartas sobre la mesa. En primer lugar, un prototipo a escala real de una excavadora lunar, desarrollado en colaboración con Vermeer, empresa especializada en equipos industriales. No hablemos de juguetes: esta bestia Está diseñado para ingerir 100 toneladas de suciedad lunar cada hora., extraer el helio-3 y rechazar el resto sobre el suelo selénico. Un proceso continuo que recuerda a las dragas mineras terrestres, pero adaptado a las condiciones extremas de la Luna.
La conexión con Origen Azul Está claro: el CEO de Interlune, Rob Meyerson, fue presidente de la empresa de Bezos de 2003 a 2018, mientras que el CTO Gary Lai fue el arquitecto principal de New Shepard (e incluso volé allí en 2022). En definitiva, personas que saben cómo se hacen las cosas en el espacio y que han decidido apuntar a algo más ambicioso que un simple vuelo suborbital.

Los clientes ya están haciendo cola
La segunda parte del anuncio Se trata de acuerdos ya firmados. El Departamento de Energía de Estados Unidos ha reservado tres litros de helio-3 lunar para su entrega en abril de 2029, a los precios actuales del mercado. Sería la primera compra de un recurso natural no terrestre bajo los auspicios del Programa de Isótopos del DOE. Una fuerte señal para el mercado y los inversores.
Industrias cuánticas Maybell Fue más allá y firmó un contrato por miles de litros que se entregarán anualmente entre 2029 y 2035. La compañía los utilizará en sus refrigeradores de dilución, esenciales para enfriar dispositivos de computación cuántica a temperaturas cercanas al cero absoluto.
El helio-3 impulsará una transformación fundamental en la informática
El director ejecutivo de Maybell dijo: Corban Tillemann-Dick, añadiendo que en los próximos años pasaremos de unos pocos cientos computadoras cuánticas En decenas de miles. Y todos ellos van a necesitar helio-3.
Un plan trifásico (lunar)
El último anuncio Se trata de la hoja de ruta. Nina Hooper, director de desarrollo comercial de Interlune, reveló el plan trienal: Misión “Luna Creciente” a finales de 2025, con una cámara hiperespectral en camino al polo sur lunar como pasajero en otra misión; “Luna en perspectiva”, un módulo de aterrizaje que aterrizará donde la concentración de helio-3 sea más alta para validar los métodos de extracción; Finalmente “Harvest Moon”, La demostración completa del proceso de extracción y regreso a la Tierra.
¿Cuál es el precio comercial del helio-3? Unos 20 millones de dólares por kilogramo, según Interlune. Un informe de mercado del Grupo Edelgas indica un precio actual de alrededor de 2.500 dólares por litro, significativamente menor, pero aún sustancial.

Interlune, no sólo (pero casi sólo) una cuestión de dinero
El helio-3 no es sólo un negocio. Este isótopo, bombardeado en la superficie lunar por el viento solar y por lo tanto más abundante allí que en la Tierra, tiene aplicaciones críticas: computación cuántica, energía de fusión, imágenes médicas, detección de armas para la seguridad nacional.
La idea no es nueva (la película “Moon” de 2009 ya hablaba de ello), pero Interlune es el primero en intentar comercializar esta operación. Con una financiación de 18 millones de dólares recogido el año pasado Y con una subvención de 4,84 millones de dólares de la Comisión Espacial de Texas, los medios parecen estar ahí. Y cuando Jason Andringa, director ejecutivo de Vermeer, habla de “cosechar recursos de forma cuidadosa y responsable para hacer de nuestro mundo un lugar mejor”, dejando claro que la ambición va más allá del simple beneficio.
Aunque, seamos claros, 20 millones por kilo no es una mala motivación.