La visión infrarroja está a punto de democratizarse. Lo que hasta ayer requería miles de euros de equipamiento, ahora se puede conseguir con dos lentes de contacto transparentes. El profesor tian xue y su equipo han resuelto uno de los problemas más complejos de la fotónica: cómo convertir la luz infrarroja en luz visible sin utilizar energía eléctrica.
¿El resultado? Lentes que funcionan como traductor simultáneo entre el mundo visible e invisible. Y si piensas que suena demasiado bueno para ser verdad, pruebas en ratones ya han dado resultados sorprendentes. El estudio se publica en Celular, pero te lo explicaré aquí también.
Cómo funciona la magia de las nanopartículas
El secreto de estas lentes reside en diminutas nanopartículas que harían envidia a cualquier mago. No estamos hablando de tecnología extraterrestre, sino de física pura aplicada de forma ingeniosa. Estas partículas microscópicas son capaces de capturar fotones infrarrojos (aquellos que nuestros ojos no pueden ver) y combinarlos para crear fotones visibles. Es como tomar dos monedas de un céntimo y transformarlas mágicamente en una moneda de un euro.:más energía, más utilidad.
Las nanopartículas utilizadas por el equipo de laUniversidad de Ciencia y Tecnología de China Funcionan a través de un proceso llamado “conversión ascendente”. En pocas palabras, recogen luz de baja energía (infrarroja) y la liberan como luz de alta energía (la que vemos). Todo esto sin necesidad de baterías, cables ni conexiones eléctricas. La fuente de energía es la misma luz infrarroja presente en el ambiente.

Visión infrarroja con los ojos cerrados
Aquí está la parte que realmente parece increíble: Estas lentes funcionan incluso con los ojos cerrados. No es un error tipográfico: la luz infrarroja puede penetrar los párpados mucho mejor que la luz visible normal, lo que permite percibir las señales de luz convertidas por las lentes incluso con los ojos cerrados.
Durante la prueba, los sujetos pudieron distinguir los LED infrarrojos parpadeantes con mayor claridad cuando mantenían los ojos cerrados en lugar de abiertos. La razón es simple:menor interferencia de la luz visible circundante. Es como tener una conversación telefónica en una habitación tranquila en lugar de en medio del tráfico.
De ratones a humanos
Los investigadores primero probaron versiones miniaturizadas de las lentes en ratones, con resultados sorprendentes. Los animales equipados con lentes de visión infrarroja mostraron comportamientos completamente diferentes cuando se enfrentaron a opciones que les exigían distinguir entre entornos iluminados únicamente con luz infrarroja.
Los ratones “mejorados” siempre eligieron el entorno oscuro antes que el iluminado únicamente con luz infrarroja., demostrando que perciben la diferencia. Sin embargo, sus colegas sin lentes no pudieron distinguir entre los dos entornos. Prueba contundente de que el sistema realmente funciona.

Imagen: Yuqian Ma, Yunuo Chen.
El futuro de la visión infrarroja
Actualmente, las lentes sólo permiten distinguir fuentes infrarrojas muy intensas, como por ejemplo determinados LED. No esperéis ver todavía siluetas humanas como en las películas de acción. Pero según lo publicado en la revista CelularEl equipo ya está trabajando para mejorar la sensibilidad y la resolución.
Aplicaciones futuras Estos servicios podrían abarcar desde seguridad nocturna hasta medicamentos o asistencia a personas con problemas de visión. Xue también ve usos potenciales para ayudar a las personas daltónicas, convirtiendo una parte del espectro visible en otra para permitir el reconocimiento del color.
Todavía queda un largo camino por recorrer para democratizar la visión infrarroja, pero estos primeros pasos demuestran que el futuro podría ser más colorido (y más cálido) de lo que imaginamos. Y todo gracias a dos pequeñas lentes que podrían cambiar la forma en que vemos el mundo para siempre.