¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si de repente todas tus contraseñas, códigos bancarios y secretos de empresa se volvieran tan legibles como un libro abierto? Esta no es la trama de una película distópica, sino el escenario muy real que nos espera con la transición cuántica. A medida que gigantes como Amazon y Microsoft consolidan sus posiciones en la carrera cuántica, la era de las computadoras capaces de romper los estándares de cifrado actuales se acerca inexorablemente.
Ya no hablamos de una posibilidad teórica relegada a los laboratorios de investigación, sino de una realidad inminente que podría trastocar todos los aspectos de la seguridad digital. El “Día Q” (el momento en que las computadoras cuánticas harán obsoletas las protecciones criptográficas actuales) está a solo unos años de distancia, y como hemos aprendido con la IA generativa, la transición de una tecnología de nicho a una revolución global Puede suceder en un abrir y cerrar de ojos.
La amenaza invisible de la transición cuántica
La revolución cuántica, dije, ya no es un sueño lejano. Es como un tren que viene y ya podemos escuchar el silbato. ¿La diferencia? Este tren puede abrir todas las cerraduras que hoy consideramos seguras.
Los ordenadores cuánticos funcionan de forma completamente diferente a los ordenadores normales. Mientras que nuestras computadoras utilizan bits (0 o 1), las computadoras cuánticas utilizan “qubits”, que pueden ser 0, 1 o ambos al mismo tiempo. Esta peculiaridad de la física permite resolver en segundos problemas que a las computadoras normales les llevarían siglos. Entre estos problemas está la capacidad de romper los códigos de seguridad que protegen todo, desde nuestros mensajes hasta nuestras cuentas bancarias.
Cuando llegue el Día Q, las empresas que no estén preparadas encontrarán sus puertas abiertas de par en par a los ciberdelincuentes. Y no hablo sólo de bancos o grandes empresas tecnológicas. Me refiero a cualquier tienda online, cualquier aplicación que usemos, cualquier servicio que almacene nuestros datos.
¿Quién se está preparando para la transición cuántica?
Los gobiernos han comprendido la gravedad de la situación. El Reino Unido ha reservado 2,5 millones de libras (unos 3 millones de euros) para la investigación cuántica durante los próximos diez años. No lo harían si no fuera importante ¿verdad?
Incluso las grandes empresas se están mudando. Apple ya ha presentado PQ3, un sistema de protección de mensajes que resiste ataques cuánticos. Google, IBM y otros gigantes están invirtiendo miles de millones en investigación cuántica.
¿Pero qué pasa con el resto de empresas? ¿Aquellos que no tienen miles de millones para gastar? Éstos son los que corren mayor riesgo. Como me gusta decir, en la transición cuántica no hay espectadores: Sólo participantes, voluntaria o involuntariamente.
¿Qué hacer para sobrevivir?
La buena noticia es que todavía hay tiempo para prepararse, aunque no mucho. Esto es lo que las empresas deberían hacer, explicado de forma sencilla:
- Hacer inventario: comprender dónde utilizan el cifrado (contraseñas, conexiones seguras, datos de clientes)
- Actualizar sistemas: cambiar a métodos de seguridad resistentes a los ataques cuánticos (los llamados sistemas PQC, Criptografía Post-Cuántica)
- Plan: Decide qué proteger primero y qué después, porque no puedes hacerlo todo a la vez.
No es fácil, pero es necesario. Y cuanto más esperes, más difícil y costoso será. Como escribió el Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) del Reino Unido: Actúa ahora, no más tarde.
El tiempo corre
Los expertos dicen que el Día Q podría llegar en unos cinco años. Pero la historia nos enseña que la tecnología a menudo nos sorprende, acelerándose repentinamente.
¿Quién predijo con qué rapidez ChatGPT cambiaría la forma en que trabajamos? Del mismo modo, las computadoras cuánticas podrían dar el salto del laboratorio al mundo real mucho más rápido de lo que pensamos.
Las empresas que se preparen ahora tendrán una enorme ventaja. No sólo tendrán más seguridad informática, pero también ganarán la confianza de los clientes. Aquellos que esperan… bueno, puede que no tengan una segunda oportunidad.
La transición cuántica se acerca. La cuenta regresiva ha comenzado. Y como siempre en tecnología, quienes se adaptan sobreviven.
Los que se quedan quietos, no.