¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si un día las abejas ya no pudieran encontrar flores? Una pesadilla ecológica que podría convertirse en realidad en cambio climático y pérdida de hábitat. Pero tal vez exista una solución de emergencia. En los vastos campos del estado de Washington, dentro de simples colmenas de madera, se está produciendo un silencioso punto de inflexión: por primera vez en la historia, colonias de abejas Se alimentan de un sustituto completo del polen. Es el resultado de diez años de investigación realizada por la Universidad Estatal de Washington en colaboración con APIX Biociencias, una empresa belga especializada en nutrición de insectos. Han creado algo impensable hasta hace poco: un sustituto alimentario completamente sintético que permite a las colonias de abejas sobrevivir incluso en ausencia de su dieta natural. Una especie de “plan B” nutricional que podría resultar crucial en un futuro donde la polinización natural está cada vez más amenazada.
Una “barra de proteína” para insectos polinizadores
El nuevo alimento se presenta en forma de una papilla densa y nutritiva (podéis verla en la foto de portada) que recuerda a una barrita energética para deportistas. Se coloca directamente dentro de la colmena y contiene una mezcla de nutrientes, incluidos esteroles, vitaminas y proteínas, diseñados para imitar lo que las abejas normalmente recogen de las flores.
El ingrediente clave es elisofucosterol, un esteroide vegetal que, hasta ahora, había sido pasado por alto en el estudio de la nutrición de las abejas. Un descubrimiento sorprendente, teniendo en cuenta que resultó esencial para la supervivencia de las colonias. Las abejas privadas de este compuesto mostraron una producción larvaria reducida y daños neurológicos, algunas incluso mostraron signos de parálisis y apenas podían caminar.
Esta innovación podría cambiar la forma en que se manejan las abejas.
Él declaró el Dr. Patrick Pilkington, director general de APIX Biosciences, subrayando la importancia histórica de esta investigación para laapicultura. Hasta este estudio, de hecho, las abejas eran los únicos animales de granja que no podían mantenerse durante largos periodos con nutrición artificial. Por supuesto, las abejas pueden alimentarse temporalmente sin polen, tomando solo azúcares, levaduras, harinas proteicas, pero sin polen la salud de la colonia empeora, la cría disminuye y la supervivencia a largo plazo está en riesgo.

Las pruebas de campo muestran resultados prometedores
Para probar la eficacia de su alimento, los investigadores Realizaron dos experimentos a gran escala. la primera en un entorno controlado, donde las colonias no tenían acceso a fuentes naturales de alimentos. El segundo Tuvo lugar durante el ciclo de polinización comercial de arándanos y girasoles, dos cultivos notoriamente deficientes en calidad de polen. En ambos casos, las colonias de abejas alimentadas con la nueva dieta completa continuaron prosperando, mientras que las alimentadas con dietas comerciales estándar o sin suplementos en absoluto tuvieron dificultades y algunas incluso colapsaron por completo.
¿Una solución para un sistema en crisis?
Para los apicultores, las implicaciones son inmediatas. La polinización de los campos de arándanos, por ejemplo, es una actividad notoriamente “punitiva” para las abejas.
Algunos apicultores ya no polinizan los arándanos porque las colonias están sufriendo o muriendo y las tarifas de polinización no cubren las pérdidas.
ha explicado brandon hopkins, coautor del estudio y ecólogo de polinizadores de la WSU.
La mortalidad de las colonias de abejas en Europa es muy variable (del 3,5% al 33,6% en los países del norte de Europa. En Italia, la tasa media de pérdidas invernales es igual al 18,5%). En Estados Unidos el nivel de azúcar sigue siendo insosteniblemente alto, con tasas de pérdida Alrededor del 60% en los últimos años. La destrucción del hábitat, los fenómenos climáticos extremos y los pesticidas influyen, pero la nutrición es un importante factor estresante.
APIX y WSU ahora están preparando el producto para su lanzamiento en Estados Unidos, previsto para 2026. Esta noticia podría traer algo de esperanza a una industria que se ha visto afectada por años de dificultades. El descubrimiento fue publicado el Proceedings of the Royal Society B.