Es fascinante ver cómo los grandes fabricantes de automóviles van ganando terreno progresivamente. reduciendo sus ambiciones. No me malinterpretéis: no hablo de una falta de visión, sino de una contracción física, dimensional, que podría representar la respuesta más inteligente a los retos de la movilidad urbana contemporánea. Allá Toyota FT-Me, recién revelado De la casa japonesa, es el emblema de esta nueva dirección: un cuadriciclo eléctrico de tan solo 2,5 metros de largo, 425 kg de peso y una velocidad máxima de 45 km/h. Cifras “pequeñas” que podrían resultar desagradables para los entusiastas de los superdeportivos, pero que cuentan una historia de adaptación evolutiva a las ciudades modernas, cada vez más hostiles a los coches tradicionales y cada vez más ávidas de espacio para la gente.
Toyota FT-Me, un vehículo que desafía las convenciones urbanas
¿Hemos llegado finalmente al punto en que las grandes compañías automovilísticas se han dado cuenta de que las ciudades están cambiando? Stan Peters, responsable de la planificación y desarrollo de Nueva Movilidad en la división de I+D de Toyota Europa, parece creerlo. Según él, Toyota está explorando el espacio de la micromovilidad precisamente para adaptarse a las ciudades que dedican cada vez más espacio a los peatones.
No es sólo una cuestión de tamaño pequeño: Es un replanteamiento completo de lo que significa moverse en un entorno urbano. El Toyota FT-Me ocupa media plaza de aparcamiento, puede ser conducido por jóvenes de 14 años sin carnet y ofrece Visibilidad de 360 grados Lo que lo hace idealmente maniobrable incluso en los espacios más reducidos. Y luego está ese techo solar, lo que suma 30 km de autonomía después de un día al sol. Por supuesto, me pregunto si realmente es tan eficiente o si es más bien un ejercicio de estilo; Pero es un intento interesante de hacer que el vehículo sea un poco más autosuficiente.
Accesibilidad y flexibilidad como mantra
Lo que me parece especialmente interesante de este concepto es la atención a la accesibilidad. El FT-Me se puede conducir totalmente con controles manuales, permitiendo que incluso aquellos que no pueden usar las piernas puedan conducirlo. Además, el asiento del pasajero Se puede quitar para dejar espacio para una silla de ruedas o una bicicleta plegable.
Esta flexibilidad también se extiende al uso comercial: con el asiento del pasajero quitado, puede cargar Cajas de hasta 1,6 metros de largo. Toyota imagina que el pequeño vehículo será utilizado por conductores de reparto como parte de una flota administrada, o por padres que quieran administrar de forma remota cuándo y dónde conducen sus hijos.
La competencia ya es feroz
No nos engañemos: Toyota ciertamente no es el primero en explorar este segmento. El Toyota FT-Me tendrá que competir con competidores ya establecidos como el Amigo Citroen (64 km de autonomía por unos 9.950 euros), el Dogood Zero (80 km desde 7.760 euros), el Bolígrafo Extreme (54 km a 14.225 euros), el Fiat Topolino (76 km a 10.760 euros) y el Movilizar dúo (que sustituyó al Renault Twizy en 2023, parte de 10.800 euros y promete hasta 160 km).
Toyota tendrá mucho trabajo por delante para conseguir una porción de este mercado cada vez más concurrido. Tendrá que acertar con el precio y los costes operativos, y me pregunto si ese panel solar será realmente un punto de venta o sólo un coste añadido que hará subir el precio.
Sin embargo, a pesar de todas estas dudas, no puedo evitar esperar que Toyota realmente lleve este concepto a las carreteras. Porque a veces las mejores soluciones son las más sencillas, y quizá lo único que necesitemos para movernos por la ciudad sea este pequeño e inteligente cuadriciclo.