¿Alguna vez has mirado la cerca de tu jardín y has pensado: "Qué desperdicio de espacio"? Probablemente no, pero los chicos de Potenciador solar Sí. Y no sólo lo pensaron: crearon un sistema que convierte esa inútil barrera divisoria en una central eléctrica personal. La empresa austriaca acaba de lanzar Sunbooster Vertical, un concepto simple y brillante: reemplazar las pantallas de privacidad de una valla metálica de doble rejilla con paneles fotovoltaicos de doble cara. Una solución que no sólo genera energía, sino que lo hace precisamente en las horas en que más la necesitamos, aumentando la producción en un 15% gracias al efecto albedo.
Si hasta una valla se volviera “inteligente”
Seamos realistas: las vallas de jardín siempre han sido objetos bastante aburridos. Su única finalidad es delimitar un espacio, quizás con algunas pretensiones estéticas. Con este Sunbooster Vertical asistimos a una evolución conceptual: la valla se vuelve inteligente, productiva, parte activa del ecosistema doméstico.
El sistema no se limita a “decorar” la valla existente; Lo transforma por completo sustituyendo las tradicionales mamparas de privacidad por módulos fotovoltaicos bifaciales flexibles. Esta característica de “doble cara” es fundamental: Los paneles captan la luz solar desde ambos lados, maximizando la producción de energía con luz directa y reflejada.
Producción estratégica de energía
La orientación vertical de los paneles de este recinto fotovoltaico puede parecer contraintuitiva para quienes están acostumbrados a los sistemas tradicionales. Paneles inclinados en techos. Sin embargo, este acuerdo tiene una ventaja estratégica importante: producción máxima Ocurre por la mañana y por la tarde. coincidiendo con los momentos de mayor demanda energética interna.
El sistema también resulta especialmente eficaz durante el invierno, cuando el sol está bajo en el horizonte y llega más directamente a los paneles verticales. Una ventaja significativa en una época en la que intentamos reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles en los meses más fríos. Todo en un paquete sorprendentemente compacto: los módulos Miden sólo 1,8 mm de grosor y pesan aproximadamente 1 kg para la versión de 2 metros, o 1,2 kg para la versión de 2,5 metros. A pesar de su pequeño tamaño, un sistema con cuatro “bandas” solares de 2,5 metros alcanza una potencia de 1,872 kW.
Integración perfecta
Lo que hace que Sunbooster Vertical sea particularmente interesante, como se mencionó, es su capacidad de integrarse en estructuras existentes. No requiere espacio adicional y aprovecha superficies ya dedicadas a otro uso. La instalación está optimizada para una orientación este-oeste, permitiendo captar la luz solar durante todo el día.
Los módulos utilizan células solares monocristalinas bifaciales. con una eficiencia de conversión del 22,8%:un valor decididamente respetable. Están diseñados para funcionar en un Rango de temperatura: -20°C a +60°C y cuentan con certificación IP67, que garantiza la resistencia al agua y al polvo. En una época en la que estamos desesperados por explotar cada centímetro cuadrado disponible para la producción de energía renovable, esta cerca solar es una pequeña obra maestra del pensamiento lateral aplicado a la sostenibilidad cotidiana.