Si hay un lugar en el mundo donde el futuro y el pasado pueden coexistir en perfecto equilibrio, ese es Nápoles. Mi ciudad. No sé si sabes a qué me refiero. Una ciudad que se liberó de los nazis y sobrevivió a erupciones, terremotos y guerras. Ahora está a punto de “reinventarse” una vez más con Puerta este de Nápoles, un plan maestro diseñado por Zaha Hadid Architects que transformará 30 hectáreas de zona industrial abandonada en un barrio futurista dominado por dos torres de forma orgánica y fluida.
No se trata de un proyecto ilusorio: es una operación de regeneración urbana que promete revitalizar el este de la ciudad con un enfoque sostenible y visionario. De una antigua fábrica de tabaco nacerá un nuevo símbolo de Nápoles, capaz de mirar hacia el futuro sin perder de vista el Vesubio. También porque él (o ella? “A' Muntagna”, como lo llamamos aquí) Él nunca nos pierde de vista.
Forma fluida que desafía la gravedad
Imagine dos torres que parecen bailar, emergiendo de una base común con curvas sinuosas que desafían toda convención arquitectónica tradicional. Ésta es la esencia de la Proyecto Puerta Este de Nápoles, ganador de un concurso de arquitectura que redefinirá el skyline oriental de la ciudad napolitana.
Las estructuras, realizadas en hormigón y acero, tienen un diseño futurista que casi parece líquido: superficies de vidrio y metal que ruedan hacia arriba como olas congeladas en el tiempo. Las representaciones no revelan la altura exacta, pero ciertamente no será un récord mundial “superalto”. Lo que llama la atención, sin embargo, es su capacidad de integrarse con el paisaje circundante, al tiempo que supone una ruptura evidente con el tejido urbano existente.
La base compartida que conectará las dos torres contará con áreas verdes y una plaza, creando un espacio público que contrastará con la verticalidad de las estructuras principales. Es precisamente esta conexión horizontal la que otorga al proyecto una dimensión urbana más amplia, transformándolo de una simple intervención arquitectónica en un verdadero catalizador de regeneración.
Nápoles Porta Est, la ciudad habla por sí sola
La envolvente optimiza los elementos naturales (luz, viento y vistas panorámicas) garantizando un excelente aislamiento térmico, reduciendo la carga solar y el deslumbramiento, sin comprometer las espectaculares vistas del Golfo de Nápoles, el Vesubio y las colinas circundantes.
Así se expresa ZHA describiendo uno de los aspectos más fascinantes del proyecto: la relación con el contexto natural. Las fachadas se diseñaron considerando el movimiento del sol durante el día: las aberturas hacia el norte se maximizan para permitir la luz natural y mejorar las vistas, mientras que la exposición directa al sol se minimiza en las otras fachadas para reducir las necesidades energéticas.
Pero el proyecto Puerta este de Nápoles va mucho más allá de la simple eficiencia energética. El plan maestro incluye grandes áreas de techos verdes y un sistema fotovoltaico de 7.000 metros cuadrados que reducirá significativamente el consumo de energía de la red. El agua reciclada se utilizará para riego, Reducir el uso de agua potable en un 60%. También está previsto el uso de energía geotérmica, aunque todavía no se han revelado detalles sobre este aspecto.
La nueva cara de Nápoles
Napoli Porta Est llega en un momento de extraordinaria actividad para ZHA, que recientemente inauguró el rascacielos del Instituto de Tecnología Financiera de Shenzhen y una estación de sistema de tránsito sin conductor en Arabia Saudita. Pero hay algo particularmente poético en ver esta visión futurista materializarse aquí en Nápoles, una ciudad de contrastes y paradojas.
Nápoles, donde los callejones medievales se aprietan bajo los edificios barrocos, donde el ruido de las scooters se mezcla con las melodías de las canciones populares, está a punto de añadir un nuevo capítulo a su historia milenaria. Y lo hace mirando hacia delante sin olvidar su esencia. Porque al fin y al cabo, como decía Eduardo De Filippo, “Nápoles es una ciudad que te entra y no te abandona nunca”. Incluso cuando se viste de cristal y acero, incluso cuando se eleva hacia el cielo con formas que parecen venir del futuro, siempre sigue siendo la misma: impredecible, contradictoria, maravillosamente viva.
¿Es obvio que estoy involucrado emocionalmente? Está bien. Sin embargo, para ser justos, acabo de hablar. del gran milán.