No es frecuente que me sorprendan las noticias científicas, pero ésta realmente me sorprendió. Imagínate tomar una pastilla y descubrir que de repente tu sangre se ha vuelto letal para los mosquitos. Esto es exactamente lo que los investigadores de laUniversidad de Notre Dame Lo descubrieron estudiando la nitisinona, un medicamento utilizado para tratar algunas enfermedades genéticas raras.
Cuando los mosquitos se alimentan de la sangre de los pacientes que toman este medicamento, mueren rápidamente. Un descubrimiento que podría revolucionar la lucha contra la malaria, una enfermedad que todavía mata a cientos de miles de personas cada año. Y lo mejor es que este “superpoder” había estado ante nuestros ojos durante años, escondido en una droga que usamos para fines completamente diferentes.
Nitisinona, el fármaco con doble vida
Il nitisinona Se desarrolló originalmente para tratar enfermedades genéticas raras como alcaptonuria y tirosinemia tipo 1, afecciones en las que el cuerpo no metaboliza adecuadamente el aminoácido tirosina. El medicamento actúa bloqueando una enzima específica llamada 4-hidroxifenilpiruvato dioxigenasa (HPPD), evitando la acumulación de subproductos nocivos en el organismo.
Lo que descubrieron los investigadores es que este mismo mecanismo se vuelve letal para los mosquitos. Cuando estos insectos chupan sangre que contiene nitisinona, la droga también bloquea la enzima HPPD en sus cuerpos, impidiéndoles digerir adecuadamente la sangre y provocando su muerte rápida.
Superioridad sobre la ivermectina
Actualmente, la ivermectina se considera el estándar de oro en el control de mosquitos, pero presenta varios problemas. Es tóxico para el medio ambiente y, debido a su uso excesivo en el tratamiento de humanos y animales con infecciones por gusanos y parásitos, se está desarrollando resistencia.
Lee R. Haines e Álvaro Acosta Serrano, autores principales del estudio publicado en Science que enlazo aquí, compararon la eficacia de la nitisinona con la de la ivermectina. Los resultados fueron sorprendentes: la nitisinona no sólo duró más tiempo en la sangre humana, sino que también fue capaz de matar mosquitos de todas las edades, incluidos los más viejos, que tienen más probabilidades de transmitir la malaria.
Una de las características más interesantes de la nitisinona es que tiene una vida media mucho más larga en la sangre humana que la ivermectina, lo que significa que su actividad antimosquitos permanece en circulación en el cuerpo humano durante mucho más tiempo. Esto es esencial cuando se aplica en el campo por razones de seguridad y económicas.
Implicaciones futuras
Las implicaciones de este descubrimiento son enormes. La nitisinona podría convertirse en un arma complementaria en la lucha contra la malaria, especialmente en zonas donde la ivermectina está perdiendo eficacia. Además, al ser un compuesto versátil que ataca específicamente a los insectos chupadores de sangre, representa una opción ambientalmente sostenible.
Un beneficio adicional de ampliar el uso de nitisinona como herramienta de control de vectores podría ser el aumento de la producción del fármaco y la reducción de su precio incluso para pacientes que padecen enfermedades genéticas raras. Una situación en la que todos ganan, algo bastante raro en el sector farmacéutico.
El próximo paso del equipo de investigación será realizar estudios de campo para determinar qué dosis de nitisinona son más efectivas contra los mosquitos en condiciones reales. Si los resultados confirman los del laboratorio, podríamos estar ante un punto de inflexión importante en la lucha contra una de las enfermedades más devastadoras del planeta.