Hay una delgada línea entre el juego y la ciencia, y el slime la cruza como un duende. En la Universidad de Guelph, en Canadá, un equipo de investigadores ha transformado este popular pasatiempo para aliviar el estrés en un material de última generación capaz de producir electricidad. Y eso no es todo: también puede acelerar la cicatrización de heridas.
Cuando el slime se pone serio
El slime ya no es sólo un fenómeno viral en TikTok e YouTube. Los investigadores de laUniversidad de Guelph en Ontario liderado por Pensamientos de Erica (Encuentra el estudio aquí) han creado una versión avanzada de este material que va mucho más allá del simple entretenimiento.
El nuevo slime es un triunfo de biocompatibilidad: Compuesto por 90% de agua, contiene ácidos oleicos (destino aminoácidos de origen biológico. No es exactamente un “limo eléctrico”, pero genera electricidad cuando se comprime o se aprieta. La verdadera “alquimia” ocurre a nivel microscópico, donde la materia forma estructuras complejas capaces de reorganizarse en diversas capas.
De los apósitos al suelo
Las posibles aplicaciones son asombrosas. Como bendiciónEsta baba puede acelerar la curación al atraer células regenerativas a la herida. Para el administración dirigida de medicamentos, podría liberar fármacos en respuesta a sus cambios estructurales. Pero no termina aquí: imagina Pisos que generan energía verde Mientras caminas, similar a la Pista de baile cinética utilizado en conciertos de la Coldplay.
Entre las aplicaciones más curiosas, sin embargo, está la posibilidad de crear bancos de energía blandos Para cargar dispositivos. Me divierte pensar que algún día podremos cargar nuestros teléfonos inteligentes simplemente apretando un trozo de baba. Es como si la tecnología volviera a ser un niño, pero con un propósito mucho más pragmático.
El futuro es blando
Por supuesto que todavía estamos en las primeras etapas. El prototipo actual tiene un aspecto viscoso que necesita (al menos en lo que a mí respecta) un refinamiento estético. La producción en masa representa un desafío importante: desarrollar métodos eficientes y rentables para la fabricación a gran escala será crucial para el éxito comercial.
Lo que más me entusiasma de esta innovación es cómo transforma algo familiar en una herramienta potencialmente revolucionaria. El slime, que es un simple juguete sensorial, podría convertirse en un componente clave de la medicina del futuro y de la producción de energía sostenible.
Me gusta pensar que este es un ejemplo perfecto de cómo la ciencia puede inspirarse en las cosas más inesperadas. Tal vez la próxima vez que veas a un niño jugando con slime, recordarás que no estás viendo simplemente un juguete, sino al posible antepasado de la tecnología avanzada. Y quién sabe, quizá algún día nos encontremos recargando nuestros dispositivos con el mismo material que hoy utilizamos para relajarnos y divertirnos.