El nervio vago es uno de los protagonistas más importantes de nuestro bienestar, aunque muchas veces no lo sepamos. Este regulador silencioso de nuestro sistema nervioso puede ser estimulado positivamente a través de dispositivos de todo tipo, cada vez más extendidos. Y hoy, también de una fuente inesperada: las vibraciones de tu smartphone.
La ironía de la tecnología
Hay algo paradójico en todo esto. El teléfono inteligente, ese mismo dispositivo que nos mantiene constantemente en estado de alerta, que nos bombardea con notificaciones y nos mantiene En un estado perpetuo de estrés, ahora propuesto como herramienta de relajación. Es como si el pirómano se hubiera ofrecido a ser bombero. Yo tendería a no confiar.
Sin embargo, según el Dr. David RabinEsta aparente contradicción podría esconder una solución innovadora para nuestro bienestar. ¿Cual?
La ciencia detrás de la vibración para “reparar” el nervio vago
Médico Rabin Ha pasado 20 años estudiando el estrés crónico, centrándose en los efectos del trauma y la adicción en veteranos, mujeres y niños. Su investigación, realizada en laCentro médico de la Universidad de Pittsburgh, condujo a un descubrimiento sorprendente: las vibraciones, como el tacto relajante o la música, pueden inducir un estado de relajación en el cuerpo.
“Así como la música puede calmar tu cuerpo o un abrazo puede tranquilizarte, podemos enviar vibraciones calmantes que son como música compuesta para tu sistema receptor táctil”, explica. Rabin.
Y de esta investigación, a modo de destilación de información, se presenta una app que pone en práctica las nociones recogidas durante años de trabajo. La aplicación, llamada Sesiones de Apolo, transforma el iPhone en una herramienta terapéutica aprovechando el motor háptico del dispositivo.
Cómo funcionan las sesiones Apollo
Las vibraciones generadas estimulan el nervio vago, un componente clave del sistema nervioso parasimpático responsable de la recuperación y la relajación. Y variando la frecuencia de las vibraciones, se pueden obtener diferentes respuestas físicas. La aplicación desarrollada por Rabin ofrece varios patrones vibratorios llamados “Vibes”, cada uno diseñado para inducir diferentes estados: desde el energizante “Espresso Shot” hasta el relajante “Hug”.
La eficacia no es sólo teórica. Rabin afirma que se han completado ocho ensayos clínicos doble ciego, aleatorizados y controlados con placebo, involucrando a más de 1.700 sujetos. Tres ya están publicados y cinco están en revisión para su publicación en 2025.
Un estudio publicado en el Revista de Reumatología (lo enlazo aqui) demostraron mejoras significativas en la fatiga, la función física, el estado de ánimo, el sueño y la participación social de los participantes.
El nervio vago y la “democratización” del bienestar
La aplicación para iPhone llega tras el éxito de un dispositivo portátil de la misma empresa, llamado Apolo Neuro. La versión para teléfono inteligente ofrece un subconjunto de las funciones del dispositivo portátil, centrándose en la relajación y la reducción del estrés a lo largo del día.
La aplicación es gratuita con una sesión de prueba “Hug” de dos minutos. Una suscripción de $9,99 al mes desbloquea acceso ilimitado a seis “Vibes” diferentes.
Demasiado bueno para ser cierto
No hace falta decir que esta aplicación ha generado mucho escepticismo (empezando por mí). El propio Rabin admite que la idea de utilizar las vibraciones de un iPhone con fines terapéuticos puede parecer absurda.
Sin embargo, los resultados hablan por sí solos. Tanto los ensayos clínicos como las experiencias de los usuarios sugieren que, a pesar de la paradoja, esta tecnología realmente podría funcionar.
Es irónico que el mismo dispositivo que a menudo nos causa ansiedad pueda convertirse en una herramienta curativa. Pero tal vez ese sea el punto: la tecnología, como cualquier herramienta, no es intrínsecamente buena o mala. Es el modo en que lo usamos lo que hace la diferencia.