El clima espacial está llamando a la puerta de la Tierra y no siempre trae buenas noticias. Tormentas solaresErupciones de plasma, vientos cósmicos cargados de partículas letales: son fenómenos que pueden inutilizar satélites, redes eléctricas y telecomunicaciones en nuestro planeta. A partir de hoy, sin embargo, podremos contar con un "semáforo espacial" para predecir y prevenir estos peligros provenientes del Sol. Esta es la promesa del Proyecto PAGER dirigido por el científico Yuri Shprits, quien ha desarrollado un algoritmo revolucionario para transformar los caprichos de nuestra estrella en un informe meteorológico universal. Un sistema que combina observaciones solares, datos satelitales y modelos informáticos para decirnos, con un simple código rojo-amarillo-verde, cuándo es probable que una tormenta solar golpee la Tierra. Un avance trascendental para protegernos de los efectos potencialmente catastróficos del clima espacial.
Cómo funciona el clima espacial
Las tormentas geomagnéticas ocurren cuando potentes erupciones solares interactúan con el campo magnético de la Tierra. El viento solar transporta partículas cargadas que, al interactuar con la magnetosfera, se energizan aún más, creando partículas de alta energía que son potencialmente dañinas para los satélites.
Estas colisiones producen las espectaculares auroras visibles desde la Tierra, pero también pueden interferir con los sistemas electrónicos de los satélites. En febrero de 2022, SpaceX Perdió 38 satélites Starlink cuando una poderosa tormenta geomagnética los arrastró a la atmósfera de la Tierra después del lanzamiento.
Las tormentas geomagnéticas también causan problemas en la Tierra. Las corrientes eléctricas que generan pueden sobrecargar las centrales eléctricas y provocar apagones temporales, como ocurrió en Quebec en 1989. con un descanso de nueve horas.
Un sistema de alerta innovador
El equipo del proyecto PAGER ha desarrollado un algoritmo que puede procesar datos de telescopios solares y satélites en órbita terrestre. Esto nos permite predecir cuándo una tormenta geomagnética peligrosa se dirige hacia nosotros y cuáles podrían ser las consecuencias para la infraestructura espacial y terrestre.
“Podría llevar una o dos horas calcular lo que llegaría a la Tierra y qué efectos tendría en el entorno circunterrestre, pero en realidad esa perturbación tardaría dos días en llegar”, explica. Camarones.
Dado que la radiación dañina para los satélites puede tardar varios días más en acumularse, el sistema meteorológico espacial proporciona tiempo para prepararse. Ahora se está probando el algoritmo para evaluar su utilidad práctica.
El clima espacial: un semáforo para la seguridad de la Tierra
Para que los pronósticos fueran fácilmente comprensibles, el equipo de PAGER creó un código de colores simple como el de los semáforos. Los operadores de satélites pueden saber inmediatamente si las condiciones espaciales son seguras o no.
El rojo indica que deberían considerar poner temporalmente los satélites en modo de protección o que los operadores de la red eléctrica deberían tomar medidas preventivas. El amarillo significa prestar atención a los efectos potenciales, mientras El verde indica que todo esta normal.
Los pronósticos del clima espacial se procesan constantemente en potentes computadoras en el Centro Alemán de Investigación en Geociencias. Camarones explica que el equipo ha avanzado hacia pronósticos probabilísticos, ya que en estos momentos, con nuestro conocimiento, Es prácticamente imposible hacer pronósticos muy precisos a largo plazo de los efectos de la tormenta.
El futuro de la previsión espacial
Se están llevando a cabo conversaciones con elAgencia Espacial Europea (ESA) para un nuevo proyecto que permitiría a la ESA adoptar algunos de los modelos PAGER en sus operaciones. El objetivo es seguir mejorando los servicios de previsión y análisis de los próximos fenómenos meteorológicos espaciales.
“Estamos intentando utilizar el aprendizaje automático en muchas áreas e integrarlo en esta infraestructura. También estamos tratando de utilizar todos los datos disponibles en tiempo real y combinarlos con nuestras previsiones para que las mediciones puedan refinar nuestros modelos”, afirma. Camarones.
Un próximo proyecto de la ESA para monitorear el entorno de radiación circunterrestre proporcionará “mediciones en tiempo real de la intensa radiación en la magnetosfera”. También hay propuestas para instalar detectores de radiación en todas las naves espaciales comerciales, lo que ayudaría a proporcionar una imagen mucho más completa de lo que está sucediendo en el espacio. Y quizás abrir el paraguas (magnético) a su debido tiempo.