Perder un diente en la edad adulta puede suponer afrontar un camino complejo, muchas veces limitado a soluciones como implantes dentales de titanio o dentaduras postizas de plástico. ¿Pero qué pasaría si existiera una alternativa? La ciencia está explorando la posibilidad de crear implantes dentales bioingeniería: dientes humanos cultivados en un laboratorio que podrían reemplazar a los dañados. Un equipo de investigadores está experimentando una técnica innovadora que combina células de cerdo y humanas para crear un implante dental indistinguible de un diente humano: ¿abre esto nuevas perspectivas para el futuro de la odontología? Veamos juntos.
Alternativas actuales a los implantes dentales
Un diente sano está formado en su interior por pulpa dental, que contiene nervios y vasos sanguíneos, rodeada de capas de tejido duro llamadas dentina, cemento y esmalte. El esmalte Es el tejido más duro del cuerpo, pero puede ser erosionado por bacterias y causar caries. Si la caries llega hasta la pulpa puede causar mucho dolor (vamos, eso ya lo sabéis todos). Los dentistas pueden eliminar las áreas cariadas y reemplazarlas con empastes, que duran aproximadamente 15 años. Sin embargo, los empastes deben reemplazarse periódicamente y cada vez se debe extraer una porción más grande del diente.
“Con el tiempo… es casi inevitable que la persona pierda ese diente”, afirma. Christian Miranda Francés, investigador de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon
Hoy en día, como ya hemos comentado, quienes pierden un diente pueden optar por un implante dental. Un tornillo de titanio anclado al hueso maxilar, rematado por una corona de porcelana. Parecen dientes reales y pueden usarse para masticar, pero no son lo mismo.
Los riesgos de los implantes dentales tradicionales
Si el implante dental no está perfectamente alineado con los demás dientes, la masticación puede transmitir fuerzas desiguales al hueso maxilar circundante, dañándolo, explica Pamela Yelick, Investigador de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Tufts de Boston. Además, las bacterias pueden adherirse a la implantes dentales, provocando infecciones como la periimplantitis, que puede derivar en pérdida ósea.
“Es muy difícil sustituir un implante, porque primero hay que reconstruir todo el hueso que se ha reabsorbido con el tiempo”, afirma. Yelick.
Por esta razón, desde hace décadas, Yelick Busca crear sustitutos dentales más parecidos a los dientes humanos, utilizando células tomadas de dientes reales y cultivadas en el laboratorio para formar estructuras similares a los dientes. El objetivo es crear implantes dentales funcional. ¿Y hasta dónde ha llegado?
¿Serán los dientes de “cerdo” el futuro?
Para su investigación, Yelick utiliza células de mandíbulas de cerdo, obtenidas en mataderos. Los cerdos desarrollan múltiples juegos de dientes a lo largo de sus vidas, por lo que sus mandíbulas contienen células de dientes no desarrollados que aún no han erupcionado. Yelick e weibo zhang Toman estas células y las cultivan en el laboratorio hasta obtener “decenas de millones” de células. En experimentos anteriores, Yelick y sus colegas sembraron estas células en “andamios” (estructuras biodegradables con forma de diente) y las implantaron en ratas. Las ratas tienen mandíbulas pequeñas, por lo que los andamios se insertaron debajo de la piel en el abdomen de los animales.
Los investigadores descubrieron que, una vez dentro de un cuerpo vivo, las células comenzaron a organizarse en estructuras similares a dientes.
“Eran pequeños, pero su morfología era idéntica a la de los dientes que se forman de forma natural”, afirma. Yelick.
Implantes dentales creados en laboratorio
Desde entonces, el equipo ha estado trabajando para hacer crecer dientes humanos en el laboratorio. En su última investigación, Yelick e Zhang Utilizaron células de dientes humanos donados. Para crear un andamio más “natural”, cultivaron una mezcla de células de cerdo y humanas dentro de andamios hechos con fragmentos de dientes de cerdo. Después de varias semanas en una placa de laboratorio, los fragmentos de dientes fueron implantados en las mandíbulas de seis lechones. Dos meses después, el equipo extrajo los dientes para evaluar su crecimiento. Descubrieron que habían comenzado a crecer de manera similar a los dientes adultos sanos, desarrollando incluso capas duras de cemento y dentina.
“Son muy similares a los dientes”, dice. Yelick, quien publicó el trabajo en la revista Medicina traslacional de células madre (lo enlazo aqui).
Un paso adelante hacia el futuro de la odontología
En resumen: Estos dientes bioingenierizados exhiben propiedades clave de los dientes naturales que faltan en los implantes de titanio. Este podría ser un paso importante hacia la creación de dientes humanos vivos y funcionales, cultivados en laboratorio, que puedan integrarse con las encías y las mandíbulas de una persona. Estamos empezando a decodificar la forma en que la naturaleza codifica las células para formar dientes, y un día pronto podremos crear un reemplazo dental biológico funcional que pueda insertarse en personas que necesitan reemplazos dentales.
Siempre que, mientras tanto, la ensayos clínicos en curso En Japón no lanzan medicamentos capaces de estimular directamente el crecimiento de nuestros dientes naturales. Dos enfoques diferentes, pero con un único objetivo: devolvernos la sonrisa.