Algunos escalan montañas como un desafío personal, otros para disfrutar de la vista y ahora algunos lo hacen con un par de piernas robóticas. En el monte Tai, la escalada asistida ya no es un concepto futurista sino una realidad que está cambiando la cara del turismo de montaña. Lo habíamos previsto hace algún tiempo, en el lanzamiento de Este exoesqueleto: La posibilidad de “aligerar” las cargas del senderismo y el senderismo podría haber ampliado el área de captación turística. Y parece que los hechos nos darán la razón.
Porque seamos sinceros: a veces la pereza puede ser la madre de los inventos más brillantes. Los funcionarios de turismo chinos deben haber estado pensando exactamente esto cuando decidieron ofrecer un exoesqueleto robótico a los visitantes menos… digamos… entusiasmados ante la perspectiva de subir 7.000 escalones. Evidentemente los vídeos virales de excursionistas exhaustos en TikTok han hecho una contribución importante a esta decisión.
La escalada asistida que todos estábamos esperando
La Tecnología Kenqing, una empresa de Shenzhen, en colaboración con la Grupo de turismo cultural de Taishan, creó este pequeño milagro de la tecnología. Piénsalo: Pesa sólo 1,8 kilogramos. y se usa alrededor de la cintura y los muslos. Es como tener un entrenador personal robótico que te empuja a subir una montaña, pero sin las molestas exhortaciones motivacionales (que de todos modos a quienes no estén familiarizados con el chino mandarín les resultaría un poco difícil entender).
¿El precio de la pereza? Spoiler: Es barato. Por sólo 70 yuanes (unos 9 euros), alquilar dos piernas biónicas para escalada asistida es un hecho. El primer día de servicio, Más de 200 personas decidieron que sí, su dignidad valía menos que un almuerzo de comida rápida. ¿Y sabes qué? No los culpo en absoluto. Un turista dijo: “Sentí como si alguien me estuviera tirando colina arriba”. Supongo que quiso decir “GRACIAS A DIOS algo me estaba empujando colina arriba”.
Los efectos secundarios de ser un cyborg
Algunos usuarios han informado que se sienten un poco incómodos después de quitarse el exoesqueleto. Imagino que es la misma sensación que tienes cuando te quitas los patines o cuando te bajas de un trampolín. Sin embargo, para aquellos que perseveran, la batería dura alrededor de cinco horas, lo que significa que tendrás tiempo de sobra para arrepentirte de tu elección a mitad de camino.
Escalada asistida: el futuro está en las piernas (robóticas)
Pero esta tecnología no es sólo para turistas perezosos. Feo Gianluca, basta de clichés. El exoesqueletos, cada vez más discretos y ligeros, cambiarán la vida de las personas mayores o con problemas de movilidad. Cuando dentro de unos años veamos a nuestros abuelos subiendo el monte Tai como gacelas mecánicas, recordemos la maravilla.
No sé ustedes, pero a mí me encanta la idea de un futuro en el que la tecnología democratice el acceso a experiencias que antes estaban reservadas a los deportistas en buena forma. Claro, los puristas del senderismo pueden fruncir el ceño, pero bueno, hasta que inventen un robot que mastique por nosotros, podemos tener un poco de tolerancia. Permitámonos, sin exagerar, este pequeño atajo hacia la cumbre. O dámoslo a quienes lo necesitan más que nosotros.
¿Quién no ha deseado tener un par de piernas extra justo cuando faltaban los últimos cien pasos?