Como suele ocurrir en la historia de los inventos, un problema cotidiano se ha convertido en una oportunidad para repensar la energía doméstica. Cuando Dan Caris descubrió que los cartuchos de impresora no se podían reciclar y decidió buscar una forma de convertir el plástico en electricidad. ¿Obras?
Una caja maravillosa para la energía del hogar
Siempre me hace sonreír cuando alguien dice que ha inventado un dispositivo revolucionario del tamaño de una caja de zapatos. Pero esta vez la historia tiene algunos giros interesantes: carismáticos, diría yo. Sí, porque el invento toma el nombre de su creador. Carismático (de Caris) promete convertir los residuos plásticos en energía doméstica que puede utilizarse para iluminar la casa, recargar la batería del coche o, ¡atención!, alimentar plantas industriales.
No está mal para algo que está en el armario, ¿verdad? Pero espere antes de llamar a su proveedor de energía para cancelar su contrato.
Cómo funciona (en papel)
El sistema, cuya patente se presentó en 2022, consta de entre 8 y 10 sistemas independientes que combinan procesos electroquímicos, térmicos y mecánicos. ¿La parte divertida? No necesita ninguna otra fuente de energía: se alimenta únicamente del plástico que tirarías al contenedor de reciclaje.
“No sólo producirá energía, sino que lo hará con emisiones casi nulas utilizando la tecnología de captura de carbono existente”, afirma el ingeniero.
Me pregunto si es más fácil o más difícil de montar que los muebles de IKEA. Y no tengo respuestas sencillas. Sin embargo, puedo intentar resumir lo que entendí sobre cómo funciona.
¿Energía doméstica a partir de plástico? El proceso (teórico)
El dispositivo crea una nube de plástico pulverizado que se calienta a altas temperaturas en una cámara de cerámica. El vapor generado impulsa una turbina para producir electricidad. No cualquier turbina, sino una turbina de capa límite:una turbina particular sin aspas inventada por Nikola Tesla en 1913.
En cuanto a la capacidad de generación… bueno, aquí la historia se vuelve tan nebulosa como su nube de plástico. La empresa no especifica cuánta electricidad puede producir por cada gramo de plástico reciclado. Y te parece poco.
Se suponía que el proyecto entraría en producción a finales del año pasado, pero parece que todavía quedan algunos detalles por resolver. La última actualización revela que el ingeniero está cambiando de cerámica a aluminio anodizado para la cámara de combustión. Un cambio que te hace pensar que quizá no todo era tan perfecto como parecía.
Otros intentos similares
No es la primera vez que alguien intenta convertir los residuos plásticos en energía. Hay proyectos que proponen propulsar barcos con este sistema, utilizando licuefacción hidrotermal.
En la práctica, calientan y despolimerizan el plástico a temperaturas de hasta 500 °C y presiones entre 250 y 300 veces superiores a las del nivel del mar. ¿Suena complicado? Es. Y es por eso que soy un poco escéptico sobre una versión doméstica del tamaño de una caja de zapatos.
¿Vale la pena creerlo?
La idea es fascinante: resolver simultáneamente el problema de los residuos plásticos y el de la energía doméstica. Caris trabaja allí desde hace más de 10 años y cuenta con 40 años de experiencia en ingeniería. No es cosa pequeña.
Pero cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad… bueno, ya sabes lo que dicen. Por ahora quizá sea mejor no tirar los paneles solares. Y tal vez seguir reciclando plástico de la manera tradicional (aunque Tengo mis dudas en general).
Mientras tanto, continuaremos siguiendo la evolución de este curioso invento. Quién sabe, quizá en unos años todos nos encontremos con un generador. Carismático En el garaje. O tal vez sea simplemente otra de esas ideas que parecían perfectas en el papel.
El tiempo (y algunos datos más concretos) lo dirán. Pero espera un momento: la combustión produce microplásticos? No, ¿eh? Nada. No hay respuesta.