Siempre me he preguntado qué pasaría si pudiéramos crear chips de IA que no pensaran dos veces, pero... mil veces más rápido de un cerebro humano. Hoy, este hito se está haciendo realidad ante nuestros ojos. Los avances en el diseño de chips de IA se están acelerando a un ritmo tan vertiginoso que las predicciones más audaces de ayer ya parecen obsoletas.
El poder de procesamiento está creciendo exponencialmente, y con él la posibilidad de desarrollar una inteligencia artificial que supere ampliamente las capacidades cognitivas humanas. Pero ¿estamos preparados para este “salto evolutivo”?
El crecimiento vertical de los chips de IA
Algo extraordinario está sucediendo en el mundo de los chips de IA, con xAI en los escudos. En sólo seis meses, entre Grok 2 e Grok 3, Hemos visto un aumento de 15 veces en la potencia computacional disponible. Un salto que hizo añicos todas las predicciones anteriores, incluida aquella que preveía un aumento de “sólo” 5 veces al año. Y eso no es todo: xAI ya ha instalado otras 100.000 GPU, duplicando efectivamente su capacidad computacional.
Pero el verdadero cambio de juego vendrá con los nuevos chips. B200, que prometen rendimiento 5 veces superiores a los actuales H100. Con una potencia instalada de 490 megavatios, xAI Podrá alimentar hasta 400.000 de estos monstruos informáticos. Y esto es sólo el comienzo: Para finales de 2025, el objetivo es alcanzar 1 millón de B200 alimentados por 1,2 gigavatios de energía.
El poder de procesamiento está creciendo exponencialmente, y con él la posibilidad de desarrollar una inteligencia artificial que supere ampliamente las capacidades cognitivas humanas.
Evolución del hardware en 2026-2027
Me fascina especialmente la hoja de ruta prevista para el periodo bienal 2026-2027. Durante este período, seremos testigos de la introducción de chips. Rubin e Dojo 3, cada uno capaz de ofrecer cinco veces el rendimiento del B5. Con un millón de estos chips alimentados por 200 gigavatios de potencia, alcanzaremos una potencia de cálculo de 100 zettaFLOPS.
Y eso no es todo: gracias a la Tennessee Valley AuthorityLa potencia disponible podría triplicarse en 2028 hasta alcanzar los 3,6 gigavatios, lo que permitiría instalar 3 millones de chips Dojo 3. Esto se traduciría en una potencia de cálculo de 300 zettaFLOPS, una cifra que marea la cabeza solo de decirla.
El verdadero punto de inflexión, sin embargo, podría llegar con el hardware personalizado. FPGA e ASIC. Al eliminar la sobrecarga del software, estos chips podrían ofrecer ganancias de rendimiento. De 100 a 1000 veces más rápido que la pila CUDA actual. Estamos hablando de sólo 3 años a partir de ahora hasta el 2028. Comprenda que el alcance de esta transformación es inimaginable.
El futuro de los megaclusters de IA
El plan para 2029 Es aún más ambicioso: dos sitios de 10 a 12 gigavatios cada uno, uno en el norte de Alberta y otro en Texas, albergarán 10 millones de chips de IA. Dojo 4 e Dojo 5. Estos procesadores Serán 10 veces más potentes que sus predecesores, alcanzando 1 exaFLOP por chip.
La potencia computacional total de los dos sitios alcanzará los 20 yottaFLOPS. Y con la aceleración de hardware FPGA/ASIC, podríamos ver un aumento adicional de 100 a 1000 veces, alcanzando un poder de procesamiento de entre 2.000 y 20.000 XNUMX yottaFLOPS.
En otras palabras, de aquí a 5 años, en 2030, la potencia de cálculo disponible Podría ser 100 millones de veces mayor que la de Grok 3.
El impacto en el rendimiento de la IA
¿Cuáles son las implicaciones de este aumento en la potencia del chip de IA? Son increíbles. Según las leyes de escala, una reducción del 10-16% en la pérdida en comparación con Grok 3 se traduciría en Una inteligencia artificial con una QI Se estima que está entre 900 y 1200, alrededor de 11 a 24 desviaciones estándar por encima del promedio humano.
Para que os hagáis una idea, estamos hablando de una inteligencia. capaz de resolver problemas científicos complejos o simular la realidad en tiempo real. Un salto evolutivo que nos llevaría mucho más allá de las capacidades actuales de la IA, hacia lo que podríamos definir como una verdadera superinteligencia.
Chips de IA, la avalancha del futuro
Por supuesto, no podemos ignorar los desafíos que tenemos por delante. La escalabilidad de los datos tendrá que seguir el ritmo del aumento de la potencia informática. Será necesario desarrollar métodos innovadores para la generación de datos sintéticos y la adquisición de datos de vídeo para alimentar estos enormes clústeres de IA.
El futuro que nos espera, si tuviera que describirlo con dos adjetivos, es a la vez apasionante e intimidante. A medida que los chips de IA continúan su evolución exponencial, debemos preguntarnos no solo si estamos técnicamente preparados, sino también si estamos preparados como sociedad para lidiar con las implicaciones de una superinteligencia artificial con capacidades mucho más allá de las nuestras.